Se ha dicho de él que es un gobernante de extrema derecha. No ha sido cualquiera quien se ha atrevido a calificar esas palabras de “calumnia”, sino el escritor y premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa. Además, el escritor considera que Iván Duque, el presidente electo de Colombia, ha sido elegido en unas […]
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| 09 jul 2018
Se ha dicho de él que es un gobernante de extrema derecha. No ha sido cualquiera quien se ha atrevido a calificar esas palabras de “calumnia”, sino el escritor y premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa. Además, el escritor considera que Iván Duque, el presidente electo de Colombia, ha sido elegido en unas “elecciones limpias, genuinas” con más de 10 millones de votos, una cifra nunca registrada.
Los actos juzgarán el matiz político de Iván Duque. Él mismo se considera de “centro, de extremo centro”. Así habló durante el acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum, donde fue presentado por el escritor peruano, a quien Duque considera la principal figura intelectual de América Latina.
“No es una elección cualquiera”, piensa Duque. Se trata del momento en el que “una generación quiere pasar las páginas de las rencillas tradicionales, de un modelo económico anquilosado y que merece modernizarse”. “El pueblo colombiano está cansado de la vieja política”, dice el nuevo dirigente, de modo que se considera responsable de cambiar las cosas en su país recogiendo el mandato de una nueva generación.
Duque dice mirar al futuro a través de la corrección de los errores del pasado y del presente. En primer lugar y como uno de los desafíos prioritarios, señala al narcotráfico, que lleva aparejado el contrabando y que “distorsiona la economía“. Los cultivos ilegales están reapareciendo en el país, con una superficie de plantaciones de coca que se ha cuadruplicado en los últimos años, después del retroceso que sufrió en la primera década del siglo.
Esa problemática constituye una de las raíces de la situación actual de Colombia. “Si queremos paz en Colombia tenemos que derrotar al narcotráfico“, es la base de lo que ha dado en llamar “estrategia integral contra la coca”. Para ello, Duque asumirá una lucha activa contra esa actividad: “Desde el primer día de mi mandato ejerceré de comandante en jefe de las fuerzas armadas de mi país”, con el objetivo de no dar tregua a los grupos armados dedicados al narcotráfico.
En ese sentido, también plantea un nuevo punto de vista con respecto al proceso de paz iniciado por su predecesor, Juan Manuel Santos. Desde su punto de vista, el error del proceso de paz, que en su opinión se está complicando más de lo esperado, es que se fracturó la sociedad entre “amigos y enemigos de la paz“, cuando la realidad es que “todos los colombianos” quieren la paz, explica Duque.
En el terreno puramente económico, el presidente colombiano cree que la economía de su país crece a un ritmo mediocre. Ha concretado que un crecimiento por debajo del 5% del PIB conlleva un mantenimiento de la desigualdad y el estancamiento de la actividad productiva. Además, considera que existe un sistema fiscal poco efectivo, “antediluviano” cree Duque, y afirma que de cerca de 22 millones de trabajadores, tan solo 2,3 millones presentan una declaración de la renta.
Su objetivo es hacerlo más “sencillo y transparente”, a la vez que elimina gastos innecesarios. Con todo ello, su ambición es la de convertir a Colombia en el “epicentro” de América Latina en innovación, en campos como en la robótica, la inteligencia artificial o el internet de las cosas. “Hay que pensar en grande”, explica el mandatario, con el objetivo, entre otros, de que en 2030 el 70% de los vehículos sean eléctricos.
Con respecto a España, dice que su aspiración es imitar lo que se hace en este país en el turismo. Cree que es un “referente” para Colombia, un país que pretende superar la barrera de los seis millones de viajeros y, en los próximos años, alcanzar los 10 millones de turistas. Así, su intención es la de convertir “el turismo en el nuevo petróleo de Colombia”.
También hace autocrítica de la situación actual, tras la reciente entrada en la OCDE. Aunque considera positivo este hecho, cree que Colombia se encuentra “bastante lejos de los estándares” que marca la organización. No obstante, espera que la OCDE mire a Colombia con los mismo ojos que lo hizo con México, de manera que se vayan implantando cambios graduales en los distintos segmentos en los que ha de mejorar el país.
En cuanto a la política social, ya ha anunciado una primera medida que ayudará a alcanzar la “equidad” que busca para su país. Contará con un gobierno paritario que trabajará para reducir la disparidad de ingresos, además de realizar una reforma de la educación que otorgue competencias a los recién licenciados no solo en conocimientos, sino en habilidades técnicas.
Asimismo, también ha puesto en valor la cultura, que aporta en términos de PIB más que el café, explica Duque. Su razonamiento es que los recursos naturales pueden agotarse, pero la ventaja competitiva que se consigue con el apoyo a la cultura no caduca.