La deuda del gobierno federal estadounidense y los pasivos de las corporaciones privadas, excluyendo los bancos, alcanzaron nuevos máximos. Según un estudio realizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en el primer trimestre de 2019, la deuda total de los sectores público y privado de Estados Unidos ascendía a casi 70 billones de dólares, […]
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| 19 jul 2019
La deuda del gobierno federal estadounidense y los pasivos de las corporaciones privadas, excluyendo los bancos, alcanzaron nuevos máximos. Según un estudio realizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en el primer trimestre de 2019, la deuda total de los sectores público y privado de Estados Unidos ascendía a casi 70 billones de dólares, una cifra casi récord que podría ser peligrosa para el futuro del país.
A pesar de ello, la economía estadounidense, de alrededor de 21 billones de dólares, sigue siendo saludable y Estados Unidos continúa siendo uno de los lugares más atractivos para invertir. Además, su deuda soberana sigue siendo una apuesta segura para los inversores. La combinación de dinero barato y deuda en alza ayudó a impulsar la expansión económica y el mercado alcista durante una década, pero, según el informe publicado por el Instituto de Finanzas Internacionales “la gula de los préstamos de Estados Unidos podría ir en su contra si su frágil equilibrio económico cambia”. Y añaden que si la economía se desacelera, el país tendría que seguir confiando en los inversores, y en particular en los países extranjeros, para comprar sus bonos.
La economía estadounidense ya está empezando a mostrar algunas ‘grietas’, por ejemplo, la fabricación se está desacelerando y la guerra comercial entre China y Estados Unidos está perjudicando al país norteamericano.
El Departamento del Tesoro informó que el déficit presupuestario aumentó más del 23% entre octubre del año pasado y finales de junio de este año, ampliándose unos 750.000 millones de dólares. Según los expertos del Instituto de Finanzas Internacionales, esto se debe en parte a los recortes de impuestos de 2017 del presidente Donald Trump. “La deuda de Estados Unidos se encuentra en un nuevo récord histórico debido a los aumentos en los préstamos del gobierno, que ahora representan el 101% del PIB”, explican.
La Reserva Federal se está preparando para reducir las tipos de interés a finales de julio y hacer que la deuda sea aún más barata. Las tasas más bajas serán solo una ayuda limitada para reducir la carga de intereses de Estados Unidos, que ascendieron a 830.00 millones anualizados en el primer trimestre. “Si la Fed recorta los tipos en 100 puntos básicos, o un 1%, esta reducción podría ser de 20.000 millones a 25.000 millones por año”, explican desde el IIF. “Eso no es nada, y los intereses seguirían siendo una carga financiera para Estados Unidos”, contiúan.
“A la larga, las condiciones financieras más fáciles del Bancos Centrales estadounidense apoyará una mayor acumulación de deuda, lo que agravará las preocupaciones sobre la carga del servicio de la deuda y la sostenibilidad de la deuda soberana”, escribieron los analistas del IIF.
Riesgo corporativo
La situación de la deuda corporativa de Estados Unidos no es mucho mejor. Un aumento en los préstamos bancarios ha ayudado a que la deuda de las empresas no financieras suba a nuevos máximos: 74% del PIB, según el IIF.
Con la Fed preparándose para recortar los tipos de interés, es poco probable que esta tendencia se revierta. Las tasas más bajas podrían permitir a las empresas con una gran carga de deuda respirar un poco, porque les resultará más barato refinanciarlas. Pero también invitará a las empresas con perfiles de crédito deficientes a seguir pidiendo prestado menos en el mercado abierto.
Se espera que las ganancias del llamado ‘Corporate America’ caigan en el segundo trimestre, lo que supondría su segunda caída consecutiva. Y los analistas de Wall Street esperan que eso vuelva a suceder en el trimestre actual. Eso significa que algunas empresas no podrán pagar su deuda si el mercado y la economía empeoran.
Una mayor carga de la deuda tampoco hará mucho para mejorar la confianza y la inversión de los negocios, que ya se ha visto afectada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Deuda mundial
El informe del IIF también habla de la deuda global. A finales de marzo de 2019, la deuda mundial era de 246,5 billones de dólares, que se traduce en casi el 320% del producto interior bruto mundial, un aumento de alrededor de 20 puntos porcentuales desde 2012. Eso significa que, en general, el mundo está tomando más préstamos de lo que está produciendo.
Hasta ahora, los bajos tipos de interés han ayudado a sostener la economía global. Pero hay dudas de cuánto tiempo puede continuar así. China ha publicado su tasa de crecimiento más lenta (6,2% en el último año) desde 1992.
Los economistas del Instituto de Finanzas Internacionales temen que lo peor esté por venir. El endeudamiento de los países de mercados emergentes, como Brasil, India y China, por ejemplo, representa alrededor del 30% de la deuda global. Casi 3 billones de dólares de estos préstamos y bonos deben ser reinvertidos para finales de 2020 y esto hace que haya vulnerabilidades financieras.