Pese a todos los frentes informativos abiertos, desde Evergrande hasta la crisis energética, el SCI de Shanghai ha subido un 0.67%. En los últimos doce meses, además, acumula una ganancia neta del 11.63%. Y en Hong Kong, donde los mercados funcionan libremente, el índice Hang Seng también acumula una subida interanual del 2.46%. La reciente […]
InternacionalDirigentes Digital
| 11 oct 2021
Pese a todos los frentes informativos abiertos, desde Evergrande hasta la crisis energética, el SCI de Shanghai ha subido un 0.67%. En los últimos doce meses, además, acumula una ganancia neta del 11.63%. Y en Hong Kong, donde los mercados funcionan libremente, el índice Hang Seng también acumula una subida interanual del 2.46%.
La reciente prohibición sobre las criptomonedas, junto con varias medidas anunciadas para frenar la especulación dentro del sector inmobiliario, todo esto ha incrementado el volumen de negociación en la bolsa. Las ratios precio – beneficio, o PE, también han ganado atractivo tras los últimos descensos. Alibaba, por ejemplo, representa la incertidumbre vivida recientemente en bolsa como ninguna otra compañía. Su beneficio operativo EBITDA, del año pasado, creció un 18%. Pero una fuerte multa anti-monopolio, impuesta en el último trimestre de su año fiscal, provocó pérdidas notables. De marzo a junio, sin embargo, Alibaba volvió a los beneficios, con un incremento en sus ingresos del 34%. La firma tiene buenos fundamentales e, incluso, ahora cotiza barata. Pero el “riesgo regulatorio” se debe monitorizar en todo momento, coinciden los analistas consultados por DIRIGENTES.
¿Qué es el riesgo regulatorio? China plantea otros muchos riesgos no necesariamente ligados a la solvencia de las compañías. Su nuevo plan político, denominado “prosperidad común”, plantea una regulación más intensa sobre las grandes empresas del sector privado. Con el sector inmobiliario, por ejemplo, se limitó la especulación para reducir los precios de las viviendas. Sin embargo, tras esa intervención, algunas inmobiliarias fuertemente apalancadas se han visto afectadas. Cualquier medida política puede afectar, con efectos inmediatos, al negocio de las empresas. Esto debe ser considerado a la hora de invertir en bolsa china. Ahora bien, debe descartarse cualquier riesgo sistémico sobre la economía china, o “momento Lehman”. Pero sí conviene seguir de cerca cualquier anuncio del gobierno chino en relación a empresas o sectores concretos. Y un último dato, o anécdota, para los menos pesimistas: durante el último trimestre del año la bolsa china suele subir. Ha subido todos los años, menos uno, desde 2015.