El acero mexicano “no amenaza la seguridad nacional” de Estados Unidos, dijo este lunes (16) el Gobierno de ese país latinoamericano, tras la denuncia presentada por su vecino del norte ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). “La sólida relación comercial entre México y EEUU ha generado un mercado regional integrado donde los productos de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 17 jul 2018
El acero mexicano “no amenaza la seguridad nacional” de Estados Unidos, dijo este lunes (16) el Gobierno de ese país latinoamericano, tras la denuncia presentada por su vecino del norte ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
“La sólida relación comercial entre México y EEUU ha generado un mercado regional integrado donde los productos de acero y aluminio contribuyen a la competitividad de la región en sectores estratégicos”, escribió la secretaría de Comercio de México.
El país, sin embargo, será el más afectado por las tensiones comerciales, dijo el consejero económico y de investigaciones del FMI, Maury Obstfeld, que respaldó los anuncios fiscales del nuevo presidente mexicano, Andrés Obrador.
Seguridad de acero
La declaración mexicana llega después que el departamento de Comercio de EEUU dijera, en enero, que las importaciones de acero y aluminio “amenazan con perjudicar” su seguridad nacional y que, por ello, aplicaría aranceles y reduciría importaciones.
“La Unión Europea arancela con 10% a los automóviles que fabricamos, cuatro veces más que las tarifas que colocamos a sus automóviles”, dijo este lunes en Washington el vicepresidente, Mike Pence, mientras Trump acudía a reunirse con Putin en Helsinksi.
“Canadá tarifa con 270% nuestros productos lácteos y China grava nuestros artículos tres veces más que nosotros a los suyos. La evidencia es clara: China busca, de manera sostenida, centralizada y estratégica, socavar nuestro liderazgo global”, dijo Pence.
Consulta en la OMC
En esa línea, el departamento de Comercio de EEUU denunció, este mismo lunes, las tarifas de México, Canadá, la Unión Europea, China y Turquía como “ilegales” y solicitó al organismo global una ronda de consultas.
“Tomaremos todas las medidas necesarias para proteger nuestros intereses”, dijo el departamento norteamericano, que defendió su política arancelaria como “aceptable” por haber sido aplicada en defensa, justamente, de su seguridad nacional.
México dijo que analizará la solicitud y emitirá una respuesta en los próximos 10 días, a pesar de considerar que su acero y aluminio “no amenazan” la seguridad de su vecino y socio en el NAFTA. No obstante, admitió estar dispuesto a “celebrar las consultas solicitadas”.
Guerra de aranceles
Estados Unidos aplica, desde el 1 de junio, un arancel del 25% y 10%, respectivamente, a las importaciones de acero y aluminio de Canadá, México y la UE. Como represalia, esos países y otros anunciaron medidas equivalentes en varios sectores comerciales.
“El negocio principal del pueblo norteamericano son los negocios y, de muchas maneras, lo sigue siendo hoy en esta gran economía de libre mercado”, dijo Pence en Washington, citando una frase del presidente Calvin Coolidge (1925) para contextualizar su política comercial.
Tras sostener que actuó “en respuesta a los aranceles injustificados de Estados Unidos”, la autoridad mexicana advirtió de que continuará defendiéndose “de medidas unilaterales, contrarias a derechos y obligaciones del derecho comercial internacional”.
Ecos en Sudamérica
Brasil se había pronunciado en la misma línea que México al decir -en un comunicado remitido a DIRIGENTES en marzo- que sus productos “no amenazan los intereses comerciales ni de seguridad de EEUU”.
El país tropical, que no se ha manifestado sobre este nuevo episodio, concluía entonces que la “verdadera raíz de los problemas” era “el exceso de capacidad siderúrgica”, una interpretación en la que coincide con las autoridades norteamericanas.
“Instamos a nuestros socios comerciales a trabajar con nosotros sobre los problemas creados por enormes y persistentes excesos de capacidad en los sectores del acero y el aluminio”, afirmó el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, este mismo lunes.