Hasta hace no muchos años, cobrar cinco millones de bolívares solo estaba al alcance de un minoritario grupo de venezolanos. Sin embargo, este escenario ha cambiado, sobre todo en el último año. Ahora esa cantidad es el salario mínimo del país, una quimera convertida en realidad si no fuera porque Venezuela registra la tasa de […]
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| 26 jul 2018
Hasta hace no muchos años, cobrar cinco millones de bolívares solo estaba al alcance de un minoritario grupo de venezolanos. Sin embargo, este escenario ha cambiado, sobre todo en el último año. Ahora esa cantidad es el salario mínimo del país, una quimera convertida en realidad si no fuera porque Venezuela registra la tasa de inflación más alta del mundo y esa cantidad equivale al cambio a poco menos de un euro.
Con ese dinero, en el momento actual, un venezolano solo puede adquirir cuatro o cinco productos básicos, ya que este país -rico en reservas de petróleo- tiene las estanterías de sus supermercados vacías y el pollo es tan caro que nadie lo puede consumir.
En tan solo un año los precios se han disparado un 13.860% en Venezuela y todo apunta a que esta situación no mejorará. El director del departamento Oeste del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, proyecta en un blog un incremento de los precios de 1.000.000% de cara a finales de año. Un panorama semejante al que se vivió en Zimbabue a principios de siglo o en Alemania en 1923.
Según datos recopilados por Statista, solo en 2017 el precio de la cesta de bienes y servicios se disparó un 1.000% en dicho país, lo que le sitúa en el primer puesto del ranking de países con la tasa de inflación más alta. Le siguen Sudán del Sur (104,1%) y la República Democrática del Congo (25,8%).
Pero, ¿qué ha conducido a este país a encontrarse al borde del “colapso económico“? El economista Daniel Lacalle explica en su blog que Venezuela ha llegado hasta aquí a causa de un aumento del dinero en circulación que llegó a alcanzar un ritmo de tres dígitos en 2016. “Cualquier análisis de creación de masa monetaria muestra que siempre se salda con una crisis financiera, mayor inflación y mayor desempleo”, añade.
A tenor de estas declaraciones, la economía de este país sudamericano se ha visto afectada por el descenso del precio del crudo en 2014, siendo “incapaz de mantener un sistema socialista de subsidios y controles de precios”, señalan desde Reuters. Según datos del FMI, la economía de Venezuela seguirá experimentando contracciones a doble dígito. Para este 2018 el organismo calcula que retrocederá en torno a un 15%.
La encuesta sobre las condiciones de vida en Venezuela (Encovi), alerta de que el número de personas en pobreza total residentes en dicho país se ha duplicado en los últimos cuatro años, hasta representar el 87% del total, impulsada por la inflación. “En un contexto hiperinflacionario, como el actual, todos los hogares venezolanos están por debajo de una línea de pobreza inancalzable”, asevera el estudio.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha pronunciado al respecto alegando ser víctima de una “guerra económica”, llevada a cabo por empresas de la oposición respaldadas por EE. UU., recoge Reuters.
Para poner freno a esta situación y con el objetivo de dar estabilidad a la economía, Maduro ha avanzado que borrará cinco ceros al bolívar -la moneda nacional- y tiene pensado vincularla al petro, una criptodivisa diseñada por su propio Gobierno.