El ecosistema español de startups consigue unas inversiones históricas y tan solo, en lo que va de 2022. Atendiendo a datos de este primer trimestre, la cifra supera los más de 1.400 millones de euros, dato que se prevé se vean sobrepasados al terminar el año. Dos años han bastado para que estas jóvenes empresas, […]
EmprendimientoDirigentes Digital
| 18 abr 2022
El ecosistema español de startups consigue unas inversiones históricas y tan solo, en lo que va de 2022. Atendiendo a datos de este primer trimestre, la cifra supera los más de 1.400 millones de euros, dato que se prevé se vean sobrepasados al terminar el año. Dos años han bastado para que estas jóvenes empresas, con una media de vida que apenas alcanzan los tres años, hayan visto incrementado, notablemente, su atractivo por parte de las grandes compañías del país.
Según el Observatorio del Ecosistema de la Fundación Bankinter, de continuar la tendencia durante todo este año, las inversiones superarían los 4.300 millones de euros, lo que equivaldría a un volumen muy superior que en el 2021, y por supuesto, mucho más que en ejercicios anteriores, coincidentes, además, con los años de pandemia.
Durante los cuatro primeros meses de 2022, el conjunto de startups españolas han recibido una inversión por valor de 10,63 millones de euros, un crecimiento espectacular si lo comparamos con el 2018, año que se cerró con poco más de 4 millones de euros menos. No solo la inversión ha crecido, también el volumen de operaciones, notándose el incremento un 130% más.
El ascenso de estas jóvenes empresas con una corta trayectoria, pero, sin embargo, con una capacidad inusual de adaptación e innovación, ha conseguido conquistar al más granado sector de los negocios en España. Empresas tan reconocidas como Correos o Telefónica, son algunos de los más claros ejemplos que han caído rendidos a las favorables características de las startups con más proyección del país.
Sumado al imparable impulso de las startups, no se puede pasar por alto el nacimiento de unicornios, a su vez tan favorable para la revalorización de las primeras. Estas empresas, la gran mayoría de carácter tecnológico y caracterizadas por superar los 1.000 millones de dólares en capital, han experimentado una tracción, en muy poco tiempo, que no ha hecho más que acrecentar el valor de todos estos recientes negocios en el mercado nacional e internacional.
En 2020 ya se podían contabilizar verdaderas fortunas de más de 400 empresas unicornio, cifra que se ha multiplicado a más del doble hasta la fecha, contabilizando unas 959 a fecha del 31 de diciembre del 2021, según el ranking de la consultora CB Insights.
Entre algunas de estas startups milmillonarias, existen empresas de nacionalidad española entre las más revalorizadas del mercado, como la compañía de mensajería Glovo o la plataforma de transporte, Cabify. Se estima que, en 2022, esta cantidad aumente a más de veinte startups españolas que formaran parte del el Top 100 Next Unicornions.
La creación de startups en nuestro país viene definido por un perfil muy concreto. Proyectos especialmente impulsados por emprendedores que rondan los cuarenta años de media y con una inversión inicial muy limitada, impulsados por la escasez de trabajo y la ausencia de posibilidades. De ahí que muchas de las grandes propuestas que han surgido en España a través de startups, hayan emigrado a otros países o, simplemente, interceptadas por gigantes empresariales interesados por su propuesta.
El pasado diciembre el Gobierno aprobaba el Proyecto de Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes con el fin de reducir los impuestos de Sociedades y sobre la Renta, así como la eliminación de aranceles notariales y registrales, entre otras bondades.
No solo se beneficiarán a los emprendedores españoles con el nuevo estatuto, también aquellos nómadas digitales con el fin de atraer talento al país a la par que se cumple con la estrategia de España Nación Emprendedora, a su vez con una gran repercusión en el proyecto de recuperación de la Comunidad Europea.
No obstante, no es hasta finales de este 2022 cuando no se prevé que se finalice la tramitación de la comúnmente conocida como Ley de Startups. Tiempo de más para hacer algunas mejoras en puntos que no amparan a todas aquellas empresas emergentes de nuestro país, como aquellos negocios fruto de la fragmentación y que no serán consideradas startups.