Los efectos de la inflación nos siguen marcando y complicando el camino de la recuperación. Si hiciéramos una foto fija ahora mismo, en España veríamos que los precios alcanzan a cierre de febrero el 7,4%, niveles exponenciales que no se veían desde hace 33 años, desde 1989 en España, pero además con tasa subyacente, sin […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 mar 2022
Los efectos de la inflación nos siguen marcando y complicando el camino de la recuperación. Si hiciéramos una foto fija ahora mismo, en España veríamos que los precios alcanzan a cierre de febrero el 7,4%, niveles exponenciales que no se veían desde hace 33 años, desde 1989 en España, pero además con tasa subyacente, sin alimentos ni energía, de un más que preocupante 3%. Aunque el cierre de 2021 nos trajo un también preocupante nivel del 6,5%, que entonces marcó niveles desconocidos en 30 años.
Nos encontramos, por tanto, en niveles de inflación muy elevados y nos adentramos ahora en esos otros efectos secundarios que traerá consigo el aumento de las presiones inflacionistas a medio plazo. Ese impacto que tendrá en el pago del IRPF del presente ejercicio, el correspondiente a la Renta 2021, solo por la subida de los precios.
Si hablamos de dinero contante y sonante, el impacto de ese 6,5%, de los precios de consumo sobre nuestra declaración del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas, alcanzará por persona, los 199 euros de media. En total 4.110 millones de euros que los contribuyentes tendremos que pagar de más por la presión del IPC sobre nuestras cuentas anuales con Hacienda.
Las cifras las ha realizado el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense José Félix Sanz, quien, en un estudio realizado para la Fundación Disenso refleja ese impacto de los precios en el IRPF que paguemos esta próxima primavera a cuenta del pasado ejercicio.
Pero el gran problema que detecta es que esa factura extraordinaria que deberemos pagar cada contribuyente se debe a los 1.693 millones de euros que atienden a no haber indexado las tarifas del gravamen y a 2.417 millones que reflejan en lo que pagaremos la ausencia de ajustes, dice el catedrático de la Complutense, en los elementos que acotan la definición tanto la base imponible como de la liquidable.
Una sobrecarga impositiva, por tanto, que además de pagarla los contribuyentes pasa desapercibida porque no se trata de una subida como las habituales en la presión fiscal sobre un gravamen determinado, sino que, como señala José Félix Sanz, atiende a esa progresividad en frío que pasa desapercibida al tratarse de un incremento encubierto que no necesita de acciones adicionales para llevarla a efecto.
Esa es la media, los 199 euros por cabeza que pagaremos los contribuyentes, pero las cifras difieren y mucho si hablamos de cada Comunidad Autónoma por separado. El mayor pago se lo apunta la Comunidad de Madrid hasta 240 euros frente a los 80 que pagarían aquellos que presenten declaración en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Los madrileños, por tanto, pagarían un 21% más de la media en toda España. También por encima de la media correspondería a los pagos de Cataluña con 224 euros a pagar de más en la próxima declaración, los 215 por persona con los que contribuirá Baleares, Asturias con sus 208 euros esta primavera cuando contribuyan a Hacienda o los 206 euros que pagarán respectivamente Aragón y Cantabria.
Por debajo de la media de toda España nos encontramos más allá de los 80 euros de Ceuta y Melilla con los 99 euros de La Rioja, los 156 euros de media que pagarán desde Extremadura, en Andalucía el pago será de 172 euros por persona, de 177 en Castilla-La Mancha, mientras que en un marco de entre los 178 y los 189 euros se encuentran Murcia, Canarias, Castilla y León, Galicia y la Comunidad Valenciana.