La “excepción ibérica” aprobada por la Comisión Europea para abaratar el precio de la luz tanto en España como en Portugal, funciona. Si recuerdan fue un empeño tanto del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, como del luso Antonio Costa, que está vigente, de facto, desde el pasado 14 de junio. Se trata de una […]
NacionalDirigentes Digital
| 09 sep 2022
La “excepción ibérica” aprobada por la Comisión Europea para abaratar el precio de la luz tanto en España como en Portugal, funciona. Si recuerdan fue un empeño tanto del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, como del luso Antonio Costa, que está vigente, de facto, desde el pasado 14 de junio.
Se trata de una medida que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023 y que alcanzará en España la cifra de 6.300 millones de euros. El abaratamiento como tal no se ha producido en los recibos de la luz que pagamos, pero, es un hecho que mejora, y mucho, la factura que pagaríamos sin la puesta en marcha de este mecanismo.
¿Cuál es la razón por la que la “excepción Ibérica” no abarata como tal la factura de la luz? Se trata del cada vez mayor incremento que se está produciendo en el precio de la energía. De esa forma, aunque la medida está en marcha desde casi el comienzo del verano, el coste energético y el que pagamos familias y empresas cada mes es, paradójicamente, cada vez mayor.
De ahí que, en el mes de agosto, y en datos de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, los españoles hayamos pagado la segunda factura de la luz más cara de toda nuestra historia, con una media de casi 131 euros, un 14% superior a las del mes de julio. Aunque la subida duplica con creces la que pagamos el año pasado en España en plena temporada de vacaciones, un 68,4% superior.
A pesar de todo ello, ante ese encarecimiento generalizado de la energía en Europa y en España, donde la climatología ha desbocado el precio mayorista del gas que interviene en el proceso, la “excepción ibérica” coloca el coste del recibo por debajo de lo que pagaríamos sin la puesta en marcha de este mecanismo. Hablamos de algo más de 20 euros más si no existiera, del orden de los 151,5 euros es lo que hubiéramos pagado por la luz sin su aplicación en nuestro país.
Algo que también se está reflejando en estos primeros días de septiembre, con niveles de hasta 486,21 euros el megavatio/hora de media, que se ha visto reducido conforme transcurre el mes. Por ejemplo, el pasado miércoles se abarataba el coste de la luz un 25% hasta los 217,42 euros/MWh.
Pero la comparativa va mucho más allá si vemos cómo se ha comportado el precio de la luz en otros países europeos de nuestro entorno. En el final de agosto, el coste en España, que implica por ejemplo sumar todos los componentes del precio, entre ellos la compensación a las eléctricas, marcaba los 413,73 euros /MWh.
Esa cifra contrasta con el precio medio que se pagaba, en la última semana de agosto en el Reino Unido, donde se reflejaron precios por encima de los 505 euros/MWh. En Alemania, incluso, hablamos de un coste de 604,47 euros/MWh y en Francia, mayor, de 654,54 euros el megavatio hora.
Así, los incrementos medios respecto del coste en España de la energía en ese mismo periodo suponen un aumento del 18% para el Reino Unido, del 31,5% en Francia y, si miramos el precio en Alemania, se encarece frente al de la luz en nuestro país casi un 37%.
De ahí que este mismo viernes, los ministros de energía comunitarios discutan las medidas necesarias, primero de urgencia, como se comprometió la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von del Leyen, y después con un reglamento más formal en marzo próximo, para contrarrestar esta subida aderezada por el corte de gas ruso antes de lo previsto.
Entre las medidas del plan, cinco en concreto, Bruselas propondrá a los Estados poner un tope a las renovables y las nucleares, elevar la fiscalidad de las petroleras, establecer un límite para el gas de Rusia, mayor liquidez para las empresas energéticas. Todo ello sumado a medidas encaminadas al ahorro de luz.