Con pasos firmes la economía circular va, poco a poco, colándose en diferentes ámbitos de la sociedad, al tiempo que la conciencia de los consumidores cada vez tiene más presente su compromiso con el cuidado del medioambiente y la protección de los recursos naturales. Una prueba de ello es el estudio The Changing Climate of […]
NacionalDirigentes Digital
| 20 oct 2023
Con pasos firmes la economía circular va, poco a poco, colándose en diferentes ámbitos de la sociedad, al tiempo que la conciencia de los consumidores cada vez tiene más presente su compromiso con el cuidado del medioambiente y la protección de los recursos naturales. Una prueba de ello es el estudio The Changing Climate of Sustainability, elaborado por NielsenIQ, cuyas conclusiones confirman que el 73% de los consumidores españoles considera que la sostenibilidad es ahora más relevante que hace dos años en el sector de bienes de consumo. En esta misma línea, la responsable de Marketing de TerraCycle en España, Ana Almeida, explica que, actualmente, “nos encontramos frente a desafíos medioambientales de gran envergadura”, aunque, también existe una buena noticia y es que “la sociedad cada vez está más comprometida y consciente de la importancia de preservar la salud del planeta”.
A la hora de analizar el desarrollo del reciclaje, otro estudio, en este caso realizado por Gillette, indica que el 66% de los españoles reciclan más que hace cinco años. No obstante, esta cifra presenta algunos matices, ya que el 60% de la población utiliza en su hogar diferentes contenedores para diferenciar los residuos orgánicos, los envases, el cartón o el vidrio, pero solo el 41% acude al Punto Limpio o centros de reciclaje especializados para depositar otro tipo de residuos. Asimismo, tal y como detalla la experta en una entrevista con DIRIGENTES, España se encuentra menos desarrollada que otros países de su entorno. Los datos de Eurostat revelan que en el año 2021 solo el 36,7% de los residuos municipales fueron enviados a reciclar, mientras que la media en el resto de Europa fue del 49,6%. “Esto posiciona a España en el decimoquinto lugar del ranking de reciclaje de residuos municipales, por detrás de países líderes en reciclaje como Alemania (71%) y Países Bajos (57,8%)”, apunta.
En este contexto y a pesar del camino que aún queda por recorrer, Ana Almeida sostiene que el reciclaje tradicional “cada vez es mejor y, en general, va en la dirección correcta”. Para explicar esta afirmación, comenta que “la separación adecuada de residuos en las casas es fundamental para un eficiente sistema de reciclaje”. No obstante, “hay algunos productos que no van en ninguno de los contenedores tradicionales”, por lo que “se debe garantizar que cada tipo de residuo se recoja y se gestione de manera adecuada, ya sea a través de contenedores específicos en el hogar, puntos de recogida selectiva o servicios de recogida diferenciada”.
En este punto aparecen propuestas como TerraCycle, donde trabajan aliándose con marcas con las que desarrollan programas de reciclaje gratuitos y enfocados en los residuos difíciles de reciclar que transforman en otros productos nuevos. En 2022, recogieron y dieron una segunda vida a más de un millón de artículos en España que tradicionalmente se hubieran incinerado o enviado al vertedero, y cerraron el año con 1.400 puntos de entrega, un 33% más que en 2021.
En sus 11 años de trayectoria, la compañía ha dado una segunda vida a más de 10 millones de productos difíciles de reciclar. Un ejemplo de esta actividad son las colaboraciones que TerraCycle tiene con empresas como Philips, Gillette, Venus, BIC, Rip Curl y L’Occitane. En el caso de Philips, su objetivo es reciclar los cepillos de dientes o los envases y palitos de hilo dental promoviendo la economía circular en productos de cuidado bucal. Otro ejemplo son Gillette y Venus, que reciclan las maquinillas de afeitar impulsando la economía circular en los productos de aseo personal. Así, Almeida detalla que para reciclar estos productos las personas solamente deben descargar un sobre con sello franqueado y depositarlo con los productos usados en su interior en un buzón de Correos o, en su lugar, depositar el producto en los contenedores de los diferentes puntos de recogida que se encuentran repartidos por el país.
Una vez reciclados los productos las posibilidades son infinitas. Por ejemplo, instrumentos de escritura como bolígrafos, rotuladores y subrayadores fluorescentes, se han convertido en productos reciclados como sillas y bancos para parques, mientras que trajes de neopreno en suelos acolchados se utilizan en parques infantiles e instalaciones deportivas al aire libre.
El reciclaje también representa un impulso económico para la sociedad, tanto a nivel local como global. En este sentido, su desarrollo implica la creación de empleo, ya que la implementación de programas, así como la gestión de residuos requiere de la participación de trabajadores en diversas etapas del proceso, “desde la recolección y clasificación de materiales reciclables hasta la operación de plantas de reciclaje y la investigación y desarrollo de tecnologías más eficientes”. Asimismo, para Almeida el reciclaje también impulsa el estímulo, la creación y el crecimiento de esta industria, que abarca desde la recolección y el procesamiento de materiales reciclables hasta la fabricación de productos reciclados. En definitiva: “Al fomentar el reciclaje, se generan oportunidades comerciales y se promueve la innovación en tecnologías y procesos relacionados con el reciclaje”.