Las generaciones actuales asisten a una crisis sanitaria, un atributo que no tenían ninguna de las crisis anteriores. La respuesta ha sido similar por parte de los gobiernos mundiales, que han tratado de parar el golpe en sus sistemas de salud y, después, se han afanado en proteger a los sectores más desfavorecidos, dada la […]
NacionalDirigentes Digital
| 14 may 2020
Las generaciones actuales asisten a una crisis sanitaria, un atributo que no tenían ninguna de las crisis anteriores. La respuesta ha sido similar por parte de los gobiernos mundiales, que han tratado de parar el golpe en sus sistemas de salud y, después, se han afanado en proteger a los sectores más desfavorecidos, dada la paralización de la actividad con su correspondiente impacto en las empresas y el empleo.
Dicha respuesta ha movilizado recursos prácticamente sin medida por parte de las administraciones públicas que, en el caso de España, se calcula que alcanza los 145 mil millones de euros, un 11,6% de su PIB. De momento, para el presidente del Consejo General de Economistas (CGE), Valentí Pich, “es seguro que una parte importante de la población no recibe ayuda”. “No podemos permitirlo”, afirma a DIRIGENTES.
En el mismo sentido se expresa Stella Raventós, presidenta de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF), quien explica que se trata de “un momento excepcional y los gastos serán excepcionales”. En esa línea, cree que “si hay familias que no tienen ningún ingreso, buscan empleo y no lo encuentran, alguna medida hay que tomar”.
No hay más que ver el nombre del Real Decreto publicado en vigor este miércoles, que lleva por apellido “de medidas sociales en defensa del empleo”. “Es la prueba del algodón de la magnitud del desastre que tenemos”, comenta Pich. No obstante, aunque cree que “es el momento de gastar y superar esto”, asistiremos a un periodo en el que “van a venir sacrificios de todos”.
En ese sentido, puesto que se requerirán esfuerzos de todos, Pich señala directamente a las Administraciones Públicas. “Antes de plantear subidas de impuestos, es bueno que se plantee una reordenación de las Administraciones Públicas”, reflexiona, acerca de la última propuesta de Podemos que ha salido a la luz. Raventós coincide en señalar que “hay que reducir el gasto”, puesto que en España es “excesivo” y, sobre todo, orientarlo a materias esenciales como las pensiones o el ámbito sanitario.
Según se ha publicado, el partido que encabeza Pablo Iglesias maquina imponer una tasa a los patrimonios superiores a un millón de euros, con la finalidad de recaudar 11.000 millones de euros. Desde el punto de vista de la formación, se trataría de un impuesto que persigue que los patrimonios más altos contribuyan en mayor medida a la recuperación económica.
El CGE reconoce la delicada situación de las cuentas públicas, que han visto incrementarse sus gastos a la vez que se reducen los ingresos. Sin embargo, su presidente advierte de que “cualquier subida de impuestos afecta a la actividad económica”, por lo que “puede que no sea el mejor momento” para este tipo de propuestas. La presidenta de AEDAF incide en el gasto que supone “tener 23 ministerios”, al igual que otros “muchos gastos motivados por cuestiones políticas”.
Además, Pich echa en falta que se hable de sacrificio en el discurso público, teniendo en cuenta que esta situación “nos va a obligar a apretarnos el cinturón”. En esa línea, rechaza la “tentación” de plantear subidas de impuestos, y apuesta por mejorar la eficiencia en el gasto de las administraciones. Asimismo, advierte de que será necesario evitar el fraude en la Renta Mínima que prepara el Gobierno, si bien confía en las “ideas claras” del ministro de Seguridad Social, José Luís Escrivá para ponerla en marcha.
Por su parte, Raventós liga la eficacia de esta medida a cómo se instrumente y, sobre todo, requiere más información. “¿Es una cuestión temporal para paliar los efectos de la crisis?”, se pregunta Raventós. En todo caso, lamenta que desde el Gobierno se hayan lanzado distintos “globos sonda” en los últimos meses en lo que corresponde a los impuestos. Como ejemplos, cita la tasa Tobin, la tasa Google, el aumento de la renta para los ingresos más altos y, ahora, este nuevo impuesto que gravaría a las grandes fortunas.
Además, la presidenta de AEDAF señala las dudas que generan este tipo de propuestas. “¿Grandes fortunas un millón de euros? ¿Estamos de broma? Un millón de euros es lo que vale un buen piso en Madrid”, reflexiona Raventós. “Eso no es tener una gran fortuna”, dice, de modo que el nombre de la medida “está en contradicción con el contenido que se anuncia”. Asimismo, la principal duda es si este impuesto se introduciría como un complemento de los que ya existen o como sustitutivo de otros.