El gasto público es una de las herramientas que posibilitan al gobierno orientar su política económica, para darle un enfoque más o menos social. Por lo general, en los países que tratan de reproducir el estado de bienestar, el gasto social suele ser más elevado, como sucede en Europa. De media, los estados de la […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 jul 2018
El gasto público es una de las herramientas que posibilitan al gobierno orientar su política económica, para darle un enfoque más o menos social. Por lo general, en los países que tratan de reproducir el estado de bienestar, el gasto social suele ser más elevado, como sucede en Europa. De media, los estados de la OCDE destinan el 21% de su PIB a gasto social.
Según los últimos datos presentados por la OCDE, referentes al año 2016, España dedicó el 24,6% de su producción a gasto social, lo que le sitúa en el undécimo puesto, justo por delante de Portugal y por detrás de Noruega. Se trata de una clasificación liderada por Francia, que gasta una proporción del 31,5% de su PIB en materia social.
La expectativa general es que son especialmente los países escandinavos los que mantienen un mayor gasto social, lo que coincide con los datos, si bien se cuelan algunos países como Francia, Bélgica o Italia entre los primeros. En el segundo lugar se encuentra Finlandia, con el 30,8%, seguida de Bélgica, con el 29%, mientras que Italia dedica una décima menos que el estado belga, y dos más que Dinamarca.
España, por su parte, se sitúa por delante de países como Portugal (24,1%), Japón (23,1%), Países Bajos (22,0%) o Reino Unido (21,5%), que es el último país con un gasto superior a la media de la OCDE. Por debajo de ese 21% están países como Suiza (19,7%), Estados Unidos (19,3%), Canadá (17,2%) o Irlanda (16,1%).
Los últimos países de la lista están ocupados por países donde la relevancia del gasto social público es mínima. India es el país que menos porcentaje de su PIB dedica, con tan solo el 2,3%. Algo más invierte Indonesia, con el 2,6%, mientras que México (7,5%) y China (8,0%) triplican los porcentajes de los dos últimos países de la clasificación.