Europa dispone de los recursos necesarios para alcanzar la soberanía energética mediante una red consolidada que aproveche los recursos complementarios, lo que mejoraría la competitividad global del continente. Esta es la principal conclusión del estudio Soberanía Energética Europea mediante Energías Renovables para 2030, encargado por la compañía de inversión y desarrollo de activos, Aquila Group, […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 oct 2023
Europa dispone de los recursos necesarios para alcanzar la soberanía energética mediante una red consolidada que aproveche los recursos complementarios, lo que mejoraría la competitividad global del continente. Esta es la principal conclusión del estudio Soberanía Energética Europea mediante Energías Renovables para 2030, encargado por la compañía de inversión y desarrollo de activos, Aquila Group, y coordinado por el Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático (PIK).
A lo largo del informe, Aquila Group pone sobre la mesa el hecho de que, si no se toman medidas de forma inmediata, el Viejo Continente podría perder la oportunidad de crear un sistema europeo integrado de energía limpia, basado íntegramente en recursos renovables. En este sentido, un sistema de estas características aportaría tres beneficios: reduciría los costes energéticos para los consumidores, disminuiría la vulnerabilidad en tiempos de tensión geopolítica y aumentaría la competitividad de Europa a nivel mundial.
Unido a la coordinación del PIK, para llevar a cabo la elaboración del documento también se han unido otros seis institutos: Bauhaus Earth, Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar, Instituto Alemán de Investigación Económica, Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, Centro de Investigación de Física Atmosférica y Climatología y Universidad Técnica de Berlín. En este escenario, el conjunto de autores que han participado insta a los políticos europeos a “desarrollar una voluntad común y alcanzar la soberanía energética utilizando las tecnologías existentes y encabezando una expansión masiva pero asequible de las energías renovables”, en particular la eólica y la solar.
En esta línea, el estudio Soberanía Energética Europea mediante Energías Renovables para 2030 también ofrece otras conclusiones. Por una parte, indica que, si Europa aprovecha los recursos energéticos complementarios y a esto une una red eléctrica consolidada, “el sistema energético podría liberarse de las importaciones de gas y petróleo y de la dependencia de naciones volátiles”. Para lograr este objetivo, la cuantificación establecida por los autores establece que serían necesarias inversiones en soluciones energéticas respetuosas con el clima de 140.000 millones de euros al año de aquí a 2030 y de 100.000 millones de euros al año hasta 2040.
Para ofrecer contexto, el informe afirma que Europa ha gastado 792.000 millones de euros para proteger a los consumidores de los efectos de la invasión rusa sobre Ucrania iniciada en febrero de 2022, y que “provocó temores sobre la seguridad energética y un repunte de los precios”.
Asimismo, el informe afirma que el sistema energético en su conjunto no estará libre de combustibles fósiles hasta el año 2040. Por su parte, Aquila Group también indica que, para seguir la senda de la soberanía energética, “las infraestructuras mundiales deberán ser reconstruidas o renovadas en las próximas décadas con la ayuda de los participantes del mercado privado”, ya que esto proporcionaría ahorros significativos en comparación con las infraestructuras energéticas tradicionales y, del mismo modo, contribuiría a hacer frente al cambio climático.
En este escenario, también sostiene que, aunque el crecimiento que se ha producido de las energías renovables ha sido “notable”, “sigue siendo demasiado bajo para alcanzar la soberanía energética o el Net Zero en la próxima década”. Así, detalla tres obstáculos principales: la carencia de capacidad suficiente para el almacenamiento de energía, la falta de infraestructuras de red necesarias y el uso insuficiente de las fuentes de energía renovables.
En este sentido, la compañía subraya la importancia de comprender que, aunque las distintas regiones europeas pueden ofrecer diversos recursos, “estos deben estar adecuadamente interconectados”. Además, también señala la importancia de la diversificación y proponen abrir los activos de energía limpia “a un abanico más amplio de inversores favoreciendo la transición energética”.