Los emprendedores españoles comienzan a considerar que los bancos no son el único apoyo para poner en marcha sus negocios. Sin embargo, la realidad es que dejan de lado a otras alternativas, como la que representa el mercado cotizado lo que supone una anomalía a nivel europeo, a juicio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, explicó este martes durante una intervención en el Consejo General de Economistas que las empresas españolas adolecen de cierto "raquitismo". Desde su punto de vista, "adolecen de falta de tamaño y eso las hace más frágiles".

En su opinión, no solo se trata de fortaleza a la hora de afrontar crisis como la actual: "Su tamaño las hace más frágiles", comenta. Lo que destaca es que renuncian a participar en el mercado cotizado que, proporciona la oportunidad de crecer, pero también adquirir cierta disciplina en la gestión. El hecho de que las empresas sean pequeñas "impide que el factor de disciplina del mercado cotizado promueva una mayor profesionalización de la gestión de las empresas".

Buenaventura reflexiona acerca de la falta de entusiasmo por parte de las empresas españolas para formar parte del BME Growth, la alternativa al mercado continuo para compañías en crecimiento. Cree que se debe al vértigo y al desconocimiento de las ventajas de esta herramienta.

"La información necesaria para participar es inferior a la de los mercados regulados en cuanto a folletos de emisión y también hay diferencias significativas en los pasos que hay que dar", aclara. Sin embargo, eso no ayuda a que la incorporación de compañías sea superior a las tres o cuatro por año, si se exceptúan las socimi. En todo caso, Buenaventura cree que sería de esperar que las salidas al mercado alternativo fueran más numerosas que las del regulado.

Voluntariedad trimestrales

Durante el evento, Buenaventura ha sido preguntado por otros temas, entre ellos la reciente norma que deja de hacer obligatoria la presentación de resultados trimestrales. El dirigente de la CNMV describe que España era "uno de los pocos países en Europa donde se mantenía la obligación". Ahora no es obligatorio, pero las empresas lo pueden hacer de manera voluntaria.

La perspectiva es que "es difícil prever", si bien intuye que "las entidades con accionariado más internacoinalizado puede que decidan mantenerlo". "Lo veremos en los próximos meses", concluye.

También hizo alusión a la recuperación de la economía española. Buenaventura llama la atención sobre la necesidad de que la inversión privada complemente las inversiones públicas. "Con ese volumen de inversión está claro que los fondos europeos no son per sé suficientes", avanza. Por ello, se necesita la "estructura financiera" de las empresas para que el dinero llegue a la economía real sin que ello afecte a la deuda.

En cuanto al papel de la CNMV en el proceso, Buenaventura señala que "los mercados de capitales son esenciales en ese mix que se necesita para la recuperación económica". Aun así, recalca que el papel del organismo es "vigilar que las normas se cumplen". Una vez asegurado eso, se pretende "agilizar, facilitar e incentivar ese acceso a los mercados de capitales que son vitales para la recuperación".