Lejos de despejarse dudas, el momento actual es de elevada incertidumbre en el corto plazo, en parte por la evolución de la pandemia y la velocidad de vacunación, así como por las consecuencias económicas de la crisis en el medio plazo. El Banco de España concluye que la posibilidad de que surjan nuevos brotes de la enfermedad afectará a la recuperación.

De ese modo, proyecta tres escenarios posibles en base a la evolución que tenga la pandemia. De ese modo, el crecimiento del PIB en 2021 será del 3,2% en el peor de los casos, un 6% en el escenario intermedio o un 7,5% si todas las expectativas se cumplen conforme a lo deseado.

Estas proyecciones son menos optimistas que las que hizo el Banco de España en diciembre. En concreto, todos los escenarios sufren una caída de alrededor de un punto porcentual. Estas diferencias son del 7,5% actual frente al 8,6% de diciembre en el escenario suave, 6% frente a 6,8% en el escenario central y 3,2% frente a 3,2% en el escenario severo.

El organismo encabezado por Pablo Hernández de Cos apunta a dos aspectos clave que influirán en la superación de la crisis. En primer lugar, "las secuelas que la pandemia pueda dejar sobre el tejido productivo y laboral". Por último, señala la posible "reversión" de algunos cambios en el comportamiento de los agentes que se han introducido por la crisis, como el ahorro o la caída del turismo.

Por otro lado, el supervisor del sistema bancario adelanta una caída durante el primer trimestre. Según los datos que maneja el Banco de España, en el escenario central la economía española retrocedería un 0,4% con respecto al último trimestre de 2020 cuando, precisamente, el PIB aumentó un 0,4%.

El Banco de España cita las cifras del Instituto Nacional de Estadística, que elabora la Contabilidad Nacional. Según las previsiones del Banco, el PIB tendría que haber caído en torno a 8 décimas con respecto al tercer trimestre, si bien la producción real mejoró 4 décimas.