Uno de los debates en torno a los que gira la estrategia de la Unión Europea tiene que ver con la innovación. El punto de vista de las instituciones comunitarias es el de fortalecer el desarrollo de las empresas europeas para poder competir con los dos principales rivales del mundo, Estados Unidos y China. Así, el Banco Europeo de Inversiones ha favorecido durante 2018 la innovación frente a otros destinos.

Esto es lo que ha explicado la vicepresidenta del BEI, Emma Navarro, durante el repaso de la actividad del organismo que ha realizado este jueves. Mientras que en 2016 el porcentaje destinado a proyectos de innovación era del 7,5%, y en 2017 del 13,4%, en 2018 esa cantidad se elevó a los 2.439 millones de euros, que supone el 28,8% de la financiación destinada a España.

En ese sentido, aunque se ha producido un aumento importante, prácticamente se ha triplicado, la mayor parte de la inversión la han centrado las pymes, con el 46%, con un volumen total de 4.805 millones de euros. En ese sentido, España fue el principal receptor de ayudas para pymes, con un total de 82.670 empresas beneficiarias que soportan 766.000 empleos.

Así, España se sitúa como el principal destino de la inversión del BEI, con un volumen de financiación de 8.478 millones de euros, una cifra que representa el 13% de la financiación de un total que supera los 64 mil millones de euros. Desde el BEI, calculan que la repercusión de las inversiones que se produjeron en España fue del 0,7% del PIB.

En cuanto a las prioridades del BEI a nivel europeo, seis de cada diez euros se dedicaron a proyectos de acción por el clima y cohesión económica y social. En concreto, el 29% se destinó a la acción contra el cambio climático, mientras que el 32% fue a parar a las actividades de cohesión.