A pesar de que la actividad del mercado inmobiliario se mantiene estable, existen momentos más y menos propicios para vender casas. No todo son cuestas abajo, también se producen valles o cuestas arribas que parecen frenar el movimiento en ciertas ocasiones. En el mercado inmobiliario, las cuestas abajo tienen lugar sobre todo en primavera, en la primera mitad del año.

Es cierto que el empuje del sector de la vivienda es seguro, con una previsión de ventas que crecerá un 20% durante este año pero es durante los meses de marzo, en primer lugar, seguido de junio, febrero y abril cuando la actividad inmobiliaria es más alta. Esta conclusión es la que sacan desde Housell. En palabras del CEO de Housell, Guillermo Llibre: “Parece que los compradores tienden a animarse más en la primavera o la primera mitad del año”.

Desde su punto de vista, contar con esa información “anima a los usuarios a hacer más inversiones” y a “tomar decisiones más precisas” a la hora de poner un piso a la venta. Además, fruto del aumento de la demanda, el tiempo medio para vender una casa se reduce a seis meses de media en el conjunto del territorio español.

Esta proptech mantiene que existe cierta diferencia entre las casas que se ponen a la venta en las grandes ciudades en comparación con las de otro tipo de entornos, dado que en las mayores urbes de nuestro país la actividad “crece de manera exponencial”. De hecho, en Madrid o en Barcelona el tiempo medio de venta de inmuebles es de cuatro meses y medio, un tiempo que es “casi la mitad”.

Por otra parte, el dirigente de Housell, afirma que es de gran utilidad conocer cuánto tiempo se tarda en vender una vivienda, sobre todo fuera de las grandes ciudades: “Sabemos que nuestros vendedores están interesados en las grandes urbes, pero a la hora de vender un piso fuera de las capitales, ya sea de herencia o como segunda residencia, es interesante saber cuál es el tiempo medio de venta en nuestro país”.