No saber valorar el ingenio que hay en España es uno de los grandes lastres del país, al igual que su pertinente fuga de talento. Es una de las grandes luchas de la Ley de Startups para apostar por el auge que está viviendo el ecosistema de innovación que reside en nuestras fronteras y atraer […]
EmprendedoresDirigentes Digital
| 29 nov 2022
No saber valorar el ingenio que hay en España es uno de los grandes lastres del país, al igual que su pertinente fuga de talento. Es una de las grandes luchas de la Ley de Startups para apostar por el auge que está viviendo el ecosistema de innovación que reside en nuestras fronteras y atraer a los inversores.
La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, declaraba que la puesta en marcha de la nueva ley podría implicar el aumento de startups españolas entre un 20 y 25% en los próximos cinco años. La matización venía a continuación al recalcar que “no es que sean mayor número, sino que tengan más recorrido”, que “crezcan y se desarrollen aquí (en España)”.
El objetivo de la legislación es claro: crear un marco legal concreto para las empresas emergentes y así igualar a España con otros países de referencia internacional en startups. Son tres los ejes de actuación con los que operaría la ley: talento, inversión y agilidad administrativa.
Este tipo de medidas para impulsar la creación y crecimiento de startups es una declaración de intenciones por parte del Ejecutivo para apostar por el ecosistema de emprendimiento español. No solo la Ley de Startups favorecerá el emprendimiento y la innovación de los proyectos, sino también a los inversores.
El fomento de emprendedores y la financiación de estas empresas dentro del país, al igual que el hecho de simplificar los trámites para la creación de las misma es clave para impulsar la creación de startups innovadoras. Algo que el Gobierno quiere remediar a través de diferentes mecanismos en forma de fondos y ayudas procedentes de acuerdos público-privados.
Considerar el entorno del emprendimiento como cualquier otro de los sectores principales para la economía es necesario para esta ansiada transformación, especialmente por parte del sector empresarial. Crear un marco regulatorio que mejore trámites administrativos, fiscales, civiles y mercantiles.
El alto riesgo que implica la creación de una startup de carácter innovador y la necesaria financiación para llevarlo a cabo es el principal impulsor para la nueva ley. La conocida Industria 4.0 será la gran beneficiada de esta transformación empresarial, especialmente para los emprendedores.
