A falta de dos semanas para finalizar el ejercicio, la inversión inmobiliaria se prevé que rozará los 9.000 millones de euros en España, según los datos preliminares recabados por CBRE. De confirmarse, supone un descenso interanual del 30% en un año marcado por la pandemia y en línea con la tendencia seguida en el Viejo Continente, donde se espera que caiga un 25%. Con todo ello, desde la consultora subrayan que esta cantidad “puede considerarse positiva en las condiciones tan extremas e inverosímiles” en las que ha transcurrido la actividad este año y que en España ha tenido a los inversores internacionales como principales demandantes. 

En concreto, estos han movilizado el 76% del capital total destinado a activos de este tipo, frente al 65% del año anterior, y relegan al inversor nacional a un segundo plano. “La gran liquidez en el mercado sigue siendo palpable. Ello, unido a la escasez de opciones de inversión que proporcionen retornos interesantes, sigue poniendo en competencia a los inversores por el producto más prime y de menor riesgo, que es el que no solo tiene una buena localización y calidad, sino que, además, asegura un nivel de ingresos estables”, explica el consejero director y responsable de Capital Markets de CBRE España, Mikel Marco-Gardoqui.

Tras un “extraordinario” primer trimestre en el que el sector inmobiliario dobló en volumen al contabilizado el año anterior, hasta los 4.000 millones, la tendencia ascendente se frenó en seco con la propagación de la COVID-19 a nivel mundial en los meses centrales. El confinamiento total provocó que entre abril y junio se registraran niveles mínimos no vistos desde 2013 en cuanto a cierre de operaciones. Sin embargo, con el levantamiento posterior de las restricciones se produjo un ligero repunte de la inversión por encima de los 1.500 millones entre julio y septiembre, hasta superar los 2.000 millones en la recta final. En el acumulado, la cifra total canalizada asciende a 8.800 millones. “Con el paso de los meses, la actividad ha ido poco a poco en aumento en un año en el que la incertidumbre y la cautela ha sido la principal protagonista”, precisa Marco-Gardoqui. 

“Escasez de oferta” en el mercado logístico

Con un volumen de 1.250 millones de euros, la logística está en el punto de mira. Si bien aún se encuentra un 27% por debajo del año anterior, desde CBRE señalan la “escasez de oferta” como la principal causa de este descenso. La zona centro de España continúa como el principal catalizador de este segmento, que experimenta niveles de inversión no vistos desde 2003 y consolida su atractivo en agentes que hasta ahora se decantaban por otros sectores. 

Pese a ello, el grueso se concentra en el multifamily, con el residencial en alquiler como producto estrella, después de haber captado más de 2.400 millones, frente a los 2.111 millones de 2019. En este sentido, destaca el aumento de la inversión en proyectos que serán desarrollados específicamente para el alquiler (build to rent), con un repunte de las transacciones del 48%. “Ante la falta de producto terminado y alquilado, los inversores se interesan por suelo para desarrollar BTR”, indica la directora de Investigación de CBRE España, Lola Martínez-Brioso. 

Le siguen en esta línea el retail, con alrededor de 2.300 millones y un aumento del 48%. En este caso, el comportamiento obedece al cierre de grandes operaciones vinculadas al proceso de desinversión de Intu y el creciente interés de las carteras por los supermercados.

En la otra cara de la moneda están el nicho de las oficinas, cuya inversión se ha hundido un 52%, hasta los 2.000 millones, y el hotelero, el más afectado de todos, con un montante destinado de 560 millones en lo que va de año, que se traduce en un desplome del 75%. Aunque esta cantidad podría variar de lograrse materializar algunas operaciones en marcha en el momento actual.