Existe un porcentaje de pequeños y medianos comercios españoles que aún se niegan a establecer un sistema digital de pago en sus establecimientos. Según el último informe publicado por Visa, Untapped, en donde se ha trabajado a través de una muestra de 933 pymes, se ha concluído que, mientras el 66% de ellos ha implantado en sus actividades métodos de cobro electrónicos, el resto aún se muestra poco receptivo a tal cambio.

Si en años anteriores a la pandemia ya se podía atisbar un ascenso en el número de personas que salían sin dinero efectivo para hacer sus compras, desde que estallara la crisis sanitaria la preferencia fue abismal. Compras online y una mayor seguridad en los pagos son las principales ventajas de pagar con tarjeta, códigos QR o a través del dispositivo móvil.

A pesar del nacimiento de fondos públicos, como los Next Generation o el Kit Digital, destinados exclusivamente a la digitalización de este sector tan importante en el tejido empresarial, la realidad es que el grado de madurez de estas empresas en cuanto a digitalización, aún es muy bajo.

Por qué algunos comercios rechazan el pago con tarjeta

Ni el auge del ecommerce ha conseguido que un porcentaje tan significativo de las pymes (un 34%) haya sucumbido a la comodidad, agilidad y seguridad que conlleva el pago a través de cualquier tipo de medio electrónico.

El dinero “de plástico” conlleva unas comisiones para los comercios que son las principales causantes de que las pymes rechacen este tipo de cobro. Conocida como la tasa de descuento, se trata de un impuesto que la entidad bancaria propietaria de la TPV impone al establecimiento por cada venta que se realiza a través de este método de pago.

En 2021, la media de ventas que se cobraron con tarjeta de crédito o débito ascendió hasta los 195.246 millones de euros, cifra por la que los comercios pagaron más de 703 millones a los diferentes bancos emisores de las TPV. Datos facilitados por el Banco de España que dejan al descubierto que la tasa de descuento media el pasado año fue del 0,36%.

Hay que tener en cuenta que las tasas aplicadas varían según el producto, el establecimiento o incluso si se paga con tarjeta de débito o crédito. Un hecho que los negocios más pequeños temen asumir si añaden a sus gastos fijos un extra.

No obstante, la persecución por parte de Hacienda para terminar con los delitos tributarios cada vez es más firme. La factura electrónica, incluida dentro de la Ley Crea y Crece, promete ser otra de las grandes reformas en 2023 por parte del Gobierno. Su objetivo no es otro que controlar todos los tickets de compra emitidos por las pymes a través de herramientas digitales.  El pago electrónico llegó para quedarse.