El año 2022 está dando sus últimas señales de vida y una de las medidas pendientes de establecer es qué pasará con la bonificación de los carburantes decretada desde el pasado mes de abril y que supone una rebaja de 15 céntimos por litro por parte del ejecutivo que se complementa con 5 céntimos más obligados por las gasolineras y que, en algunos casos supera esa cota de los 20 céntimos por litro. 

De momento no hay decisión en firme del ejecutivo sobre si habrá prórroga con la medida tal y como fue concebida, es decir, para todo aquel, particular o transportista, que vaya a repostar a una gasolinera, para todos los niveles de rentas y sin tope máximo de uso, aunque se espera que termine la generalización de esa bonificación, para todos. 

Situación de la bonificación de los carburantes

No se trata de una decisión fácil, tal y como ha confirmado la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, porque ajustar la medida, que en principio es lo que se pretende desde Moncloa frente a la generalización anterior, es más complicado de lo que parece. Además lo último es que buena parte de esas ayudas se podrían redirigir, en el caso de la subvención general, a la cesta de la compra, con un IPC que casi dobla la media. 

Hablamos de una medida que se enmarcaba, por dos veces, en los paquetes de ayudas ante el aumento de la inflación que, desde abril, y de forma consecutiva, se han ido prolongando hasta la fecha límite del 31 de diciembre. Su coste estimado, porque no hay cifras oficiales concretas, supone un gasto de unos 2.000 millones de euros al trimestre, dentro de esos montantes medios de 15.000 millones que el Ejecutivo ha ido gastando a lo largo de estos meses, con prolongación trimestral. 

Una medida que, no lo olvidemos, primero ha servido para rebajar los niveles de inflación, que ahora nos colocan en la parte más baja de la eurozona, con un 6,8% frente al 10% de media en el resto de nuestros socios. Algo que en buena medida se disipará si se hace selectiva la bonificación. 

Sí parece descontado que se mantendrá en el caso de los transportistas profesionales, que engloba el transporte por carretera, la pesca, la agricultura o la ganadería, entre otros, y se barajan fórmulas para que también se establezca para los colectivos más vulnerables, los de rentas más bajas e incluso bonificaciones a las rentas medias, aunque las posibilidades son muchas, como ocurre en Francia, con el establecimiento de un bono descuento. 

Así, las gasolineras, con los esperados cambios, esperan, como ocurrió con la entrada en vigor de la medida, una afluencia masiva a las estaciones de servicio antes de que se limite la medida generalizada el 31 de diciembre, si finalmente se realiza en esos términos, para aprovechar la ventaja actual al poner gasolina. 

Fundamental, el precio del petróleo  

Probablemente, una de las variables más significativas, por no decir la más determinante, será comprobar la evolución del precio del combustible en estos compases finales del año. De momento, cuando la medida entró en vigor en abril, la gasolina costaba un 13% más y se ha “comido” los 20 céntimos de la bonificación, ya que entonces el litro se pagaba a 1,819 euros y de forma similar en el caso del diésel o gasóleo A. 

Pero la gran incógnita será su evolución a futuro: en especial si el barril de petróleo vuelve a revalorizarse y supera, por ejemplo, de nuevo, los 100 dólares por barril con la consiguiente traslación al precio de los carburantes y volvemos sobre los 2,13 euros de precio medio como máximo histórico en los carburantes, en un año, no lo olvidemos, doblemente electoral. 

Desde las estaciones de servicio abogan por reducir el impuesto a los carburantes, que además lograría un efecto directo en la inflación como ha ocurrido en el caso de la electricidad y con posterioridad, del gas. Mientras, el colectivo de las gasolineras destaca que, sea cual sea la fórmula, llegará tarde para que entre en vigor, con prisas, el próximo 1 de enero, sin que tengan que adelantar dinero, como ya ocurrió el pasado abril con un pequeño caos formado por la premura de la entrada en vigor de la bonificación de los carburantes. El nuevo y tercer paquete de ayudas será aprobado en Consejo de Ministros extraordinario el próximo 29 de diciembre, en el encuentro que cerrará el ejercicio.