La pandemia del COVID-19 aceleró la revolución tecnológica y digital, que normalizó la implementación de algunas prácticas como el paperless, las conexiones en remoto, el trabajo en la nube, las videollamadas, los lectores QR, etc. Lo cierto es que, en todo caso, podríamos hablar de evolución y no de revolución, pues lo verdaderamente revolucionario fue, […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 sep 2023
La pandemia del COVID-19 aceleró la revolución tecnológica y digital, que normalizó la implementación de algunas prácticas como el paperless, las conexiones en remoto, el trabajo en la nube, las videollamadas, los lectores QR, etc. Lo cierto es que, en todo caso, podríamos hablar de evolución y no de revolución, pues lo verdaderamente revolucionario fue, en su día, el origen de internet (APRANET) en 1969, la revolución digital con la creación del primer teléfono móvil en 1984, la invención de World Wide Web en 1989, la introducción de la tecnología bluetooth en las sociedades en 1999 y la popularización de la banda ancha en 2000, entre otros hitos tecnológicos, por no hablar de la primera y segunda revolución industrial.
Esta (r)evolución digital y tecnológica ha traído consigo una (r)evolución económica, pues si de algo ha servido la pandemia es para poner de manifiesto la necesidad de avanzar hacia una economía sostenible, paritaria, igualitaria, digital, verde… es decir, hacia la nueva economía.
Lo cierto es que la implementación de la tecnología y la digitalización en cada uno de los sectores de la economía lleva consigo muchos cambios que tanto empresas como empleados deben asumir de manera positiva y ver en ellos un paso hacia la eficiencia y la mejora de sus condiciones laborales, así como una oportunidad para ser partícipes de esta nueva economía.
En el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) estamos inmersos en el proceso de evolución hacia la industria 4.0, que forma parte de esta nueva economía. En nuestro entorno vemos como día a día, la robótica, la inteligencia artificial, el Blockchain, el IoT, el 5G y otras tantas tecnologías marcan la evolución de las empresas que nos rodean.
En DFactory Barcelona, vemos cómo se diseñan robots colaborativos (Cobots) que ayudan a los trabajadores en sus tareas más mecánicas, evitando esfuerzos, peligros y acciones repetitivas. Esto no significa que estas personas hayan perdido su trabajo, sino todo lo contrario, son las encargadas de manejar dichos robots mediante aplicaciones y dispositivos móviles de fácil usabilidad. Esto es posible gracias a las TIC que, además de generar empleos de valor añadido, permiten obtener una comunicación eficiente entre Cobots y humanos, garantizando la colaboración y la sincronización de actividades, mediante el intercambio de información en tiempo real, lo que mejora la eficiencia y la seguridad del entorno de trabajo. Además, las TIC permiten monitorear y diagnosticar los Cobots en remoto, detectando notables mejoras en el rendimiento y la optimización.
En el mismo escenario, nos encontramos en la fase final de certificación y cierre del proyecto 5G Privat SA. Algunas de las empresas aquí instaladas que cuentan con sus laboratorios 3D, IA, robótica, sensórica y fotónica, ya tienen dispositivos conectados a la red 5G del principal hub tecnológico del sur de Europa que es DFactory Barcelona. Se trata de una infraestructura “única” que permitirá atraer proyectos emblemáticos de R+D+I, de digitalización y transformación que requieren de unas comunicaciones de ultra baja latencia. A nivel industrial no hay ningún otro entorno que permita desarrollar estos proyectos sin asumir costes y abordar tiempo necesario en la implementación de la infraestructura 5G.
De igual modo, estamos desarrollando en las instalaciones de la Zona Franca de Barcelona un proyecto de movilidad conectada, aprovechando que contamos con un ecosistema favorable para realizar una prueba piloto real de Vehículo Eléctrico y Conectado. Para ello, hemos creado un circuito (Living Lab), con la instalación de nodos que tendrán tecnología 5G, que validarán las pruebas de conectividad y comunicación de futuros modelos de coches con casos reales que un conductor pueda verse obligado a afrontar como, por ejemplo: que un semáforo pueda avisar en el momento del cambio de color para que el vehículo adapte su velocidad; que una ambulancia pueda comunicarse con los semáforos para que cambien de color a su paso y pueda continuar su marcha, o que un vehículo pueda recalcular una ruta según la evolución del tránsito en tiempo real.
Todas estas tecnologías requieren de nuevos perfiles profesionales, por lo tanto, generan puestos de trabajo y, por ende, nuevas ofertas formativas adaptadas a las necesidades de la sociedad, también en constante (r)evolución. En esta nueva realizad económica, las sinergias entre sectores son indispensables y es necesaria la creación de espacios donde puedan producirse. La Barcelona New Economy Week (BNEW) es uno de estos espacios.
Este evento disruptivo e innovador que es la Barcelona New Economy Week y que celebrará su cuarta edición del 2 al 5 de octubre de 2023, apuesta por las posibilidades, nuevas formas y cambio de paradigma económico que ofrecen las nuevas tecnologías. Lo hace evolucionando año tras año, para adaptarse a las demandas de los diferentes sectores que engloba: Proptech, Health, Digital Industry, Talent, Sustainability, Mobility y Experience. Claro ejemplo de la constante evolución del evento es la adaptación del vertical Real Estate al nuevo Proptech, que profundizará en las tecnologías aplicadas a una de las actividades clave de la economía mundial. Asimismo, la apuesta por el bienestar y el mantenimiento de una buena salud en el día a día, y especialmente en el entorno laboral, estarán también presentes este año en BNEW a través del nuevo vertical Health.
Y todo ello en Barcelona, la ciudad de referencia en Europa de la nueva economía, que apuesta firmemente por esta nueva forma de hacer las cosas y que cuenta con un amplio ecosistema empresarial 4.0. Una ciudad donde las ya no tan nuevas tecnologías ya están propiciando esta (r)evolución económica.