La industria española está sostenida en gran parte por el sector automovilístico. Los datos de ICEX confirman de hecho que el 10% del PIB de España procede de ese sector, por lo que no es de extrañar que no paren de crecer las expectativas alrededor del PERTE de automoción. Ese plan, diseñado para potenciar e […]
MotorDirigentes Digital
| 17 feb 2022
La industria española está sostenida en gran parte por el sector automovilístico. Los datos de ICEX confirman de hecho que el 10% del PIB de España procede de ese sector, por lo que no es de extrañar que no paren de crecer las expectativas alrededor del PERTE de automoción.
Ese plan, diseñado para potenciar e impulsar la industria automovilística española, se centrará en la nueva movilidad, en lo que se denomina movilidad conectada. El PERTE de automoción también pone el foco en la electrificación del parque de vehículos y en la preparación de las infraestructuras necesarias para llevarlo a término.
Se ha anunciado con bastante énfasis por parte del Gobierno, como uno de los proyectos tractores del Plan de Recuperación y ello incluso “genera ilusión en los inversores extranjeros”, tal y como percibe la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. No obstante, el dinero aún no llega al sector, que ya se encontraba en un proceso de transformación antes de la crisis provocada por la pandemia y ahora se enfrenta también a la crisis de suministro de semiconductores.
La ministra anunció en una comparecencia esta semana que la convocatoria de las ayudas y préstamos se aproxima. “Estamos terminando de redactarla”, dice Reyes Maroto, quien detalla que dicha redacción se encuentra “en el tiempo de descuento” y se están detallando los últimos trámites. En total, se espera movilizar 2.975 millones de euros hasta 2023.
Uno de los objetivos del Gobierno actual, en línea con lo que marca Bruselas, consiste en devolver cierto grado de industrialización a la economía española. En ese propósito, la industria automovilística y el PERTE de automoción representan importantes bazas. De hecho, para la ministra de Industria el sector automovilístico tiene la oportunidad de liderar las transformaciones que se avecinan.
A día de hoy, el sector representa el 18% de las exportaciones que realiza en España, y en los últimos años ha gozado de una importante transformación. Desde 2014, el aumento en la producción de vehículos se cifra en el 17%. Y en los últimos tiempos, el avance de las alternativas eléctricas se deja notar. Así, Maroto define como un “cambio imparable” la tendencia a fabricar vehículos eléctricos que, de hecho, han pasado de representar un 3% a alcanzar el 11% actual.
El dinero europeo, así como los diferentes proyectos tractores, se ven como una ayuda para avanzar “hacia la industria que este país necesita”. En ese sentido, cabe reseñar que se está poniendo mucho énfasis en que este plan se lleve de manera conjunta entre la parte pública y la parte privada. De hecho, en el PERTE de automoción están colaborando el propio Ministerio de Industria y las patronales del sector, como son ANFAC, Faconauto, Sernauto y el sector energético.
Maroto reconoce que entiende que haya “cierta inquietud” con el ritmo de ejecución de estos proyectos, pero pide paciencia para planes que “son muy ambiciosos”. Entre otros temas, se hace hincapié en la fabricación de las baterías, pero sin perder de vista toda la cadena de valor del sector, que tiene incidencia sobre el resto de la economía española.