El rublo se desploma y la economía rusa comienza a resentirse. El Banco Central de Rusia ha anunciado un ‘corralito’ a los ahorros en divisas extranjeras. Así, desde esta semana y hasta el próximo 9 de septiembre los ciudadanos podrán retirar un máximo de 10.000 dólares de sus cuentas en divisas extranjeras, unos 9.200 euros […]
InternacionalDirigentes Digital
| 10 mar 2022
El rublo se desploma y la economía rusa comienza a resentirse. El Banco Central de Rusia ha anunciado un ‘corralito’ a los ahorros en divisas extranjeras. Así, desde esta semana y hasta el próximo 9 de septiembre los ciudadanos podrán retirar un máximo de 10.000 dólares de sus cuentas en divisas extranjeras, unos 9.200 euros y, a partir de ese límite, será obligatorio convertir el efectivo a la moneda local con el tipo de cambio establecido el día de la operación.
En esta línea, la institución también ha declarado que únicamente se expedirán dólares y rublos al tipo de cambio del momento y, además, ha prohibido igualmente a las entidades vender nuevas divisas durante los seis meses de limitación establecidos. Impuesta como una restricción que tiene el objetivo de frenar la salida de divisas del país, desde la autoridad monetaria han asegurado que esta medida no afectará significativamente a su población, ya que, según ha apuntado, el 90% de los depósitos y cuentas en moneda extranjera no superan dicha cantidad.
La imposición de este ‘corralito’ no es la primera medida sobre divisas declarada por Putin a lo largo de estas semanas. El pasado 28 de febrero el dirigente prohibió transferir divisas al extranjero y ordenó a las empresas con actividades económicas en otros países convertir el 80% de sus ingresos en rublos. También prohibió realizar operaciones de cambio vinculadas a la provisión por parte de residentes a favor de no residentes, así como transferir moneda extranjera a cuentas abiertas en bancos y otras organizaciones del mercado financiero fuera de este país.
Esta nueva norma ha llegado como una respuesta de Putin a las sanciones impuestas en su país por parte un amplio número de países. Tras la invasión de Ucrania por las tropas rusas el pasado 24 de febrero, las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea han provocado un descenso en la divisa del país gobernado por Vladimir Putin. Antes del comienzo de la guerra, fluctuaba a un tipo de cambio de alrededor de un euro por 85 rublos, mientras que desde el comienzo de la ofensiva ha llegado caer hasta casi la mitad, unos 165 rublos por euro.
Asimismo, entre las sanciones más destacadas se encuentran la prohibición del uso del sistema interbancario SWIFT a siete entidades de Rusia, entre los que no se encuentran Sberbank, el mayor banco del país, ni Gazprombank, debido a que se trata de las entidades a través de las que se procesan una gran parte de las operaciones energéticas. Las autoridades occidentales también han congelado un fondo provisto de 640.000 millones de dólares en divisas extranjeras con el que el Kremlin contaba para situaciones críticas y se ha sancionado al presidente ruso, Vladimir Putin, y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, junto a otros altos cargos gubernamentales y a la cúpula militar del país.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también ha anunciado esta semana la prohibición de las importaciones de petróleo, gas y energía procedente de Rusia. Una medida a la que también se ha unido Reino Unido.
El impacto en la economía española y en las familias de la guerra de Rusia