No es la primera vez que se especula sobre la red propia en la que el gobierno ruso está trabajando para desconectar a sus ciudadanos del ciberespacio global. Sin embargo, en esta ocasión y sumado a la invasión en Ucrania, el rumor estaría tomando fuerza debido a unos correos de Andréi Cherneko, viceministro ruso de […]
InternacionalDirigentes Digital
| 14 mar 2022
No es la primera vez que se especula sobre la red propia en la que el gobierno ruso está trabajando para desconectar a sus ciudadanos del ciberespacio global. Sin embargo, en esta ocasión y sumado a la invasión en Ucrania, el rumor estaría tomando fuerza debido a unos correos de Andréi Cherneko, viceministro ruso de Desarrollo Digital, que se filtraron la pasada semana y en los que se trataba el tema como un hecho para las autoridades nacionales.
La sinopsis de los mails interceptados, no era otra que la orden de tener todas las redes rusas recolocadas antes de finalizar la pasada. El Kremlin no tardó en pronunciarse ante la suspicacia que generó la noticia y, aunque lo negara, sí concluyó que estaban trabajando sobre las propias webs del gobierno para alejarse del resto del mundo a través de Internet.
De más es conocida la sobrada capacidad Rusia de desconectar sus redes del ciberespacio. En 2019 se aprobó legalmente el proyecto de internet RuNet, y en la actualidad, ya consta demostraciones con éxito. Si bien esta red no vetaría a los ciudadanos rusos su conexión al resto de Internet, si finalmente llegara a instaurarse en el país euroasiático, sí que el Kremlin reconduciría el tráfico a los servidores nacionales. Es decir, permitirían acceder a webs internacionales pero vetando, las autoridades nacionales, qué pueden ver y qué no.
Según se ha podido saber a través de los correos interceptados del viceministro de Desarrollo Digital, la RuNet constaría de tres principales medidas para dar a ese botón rojo que lo conectaría. En primer lugar, los alojamientos de los servicios serían exclusivamente de Rusia, es decir, cualquiera que se encuentre hospedado actualmente pasaría a formar parte automáticamente de la red. La segunda medida, sería eliminar las páginas webs rusas cualquier código de JavaScript que proviniera de fuentes ajenas y, por último, el dominio ruso, que sería aplicado a todas las direcciones.
Esta última medida, es una de las que más temor suscita ante una posible desconexión global. Cuando se trata de una red como las que como conocemos coloquialmente, no suelen darse problemas a la hora de traducirse los protocolos de cada sitio de internet, que es de lo que se encargan los dominios. Sin embargo, si se instaurara un dominio propio de Rusia, ese encargado de traducir los protocolos alfanuméricos de cada web, comenzaría a fallar.
Que el Kremlin quiera controlar a todo un país a través del ciberespacio, no es un caso aislado. Irán o China llevan años trabajando sobre proyectos para controlar los lugares por los que navegan sus ciudadanos. Sin embargo, China, por ejemplo, no tiene la misma capacidad técnica para llevar a cabo esa desconexión total en la red, además de que no pretenden una desconexión total, sino que aplican filtros mayores para saber por dónde se está navegando. En el caso de Irán, se están esperando la aprobación legal para impedir al país que acceda a Internet más allá de las páginas establecidas por el gobierno iraní.
Aunque el proyecto de la red rusa fue con fines “honestos”, para luchar contra los ciberataques y tener así una alternativa ante una amenaza que afectara a webs críticas o incluso al propio gobierno. No obstante, activar la RuNet afectaría a miles de empresas rusas con operaciones internacionales que se verían afectadas directamente al no poder hacer negocios más allá de sus fronteras.
A día de hoy, ya se han bloqueado todas las redes sociales pertenecientes a Meta; Facebook fue la primera y por último WhatsApp e Instagram, al igual que Twitter. Tik Tok y Netflix han suspendido sus servicios en el país, al igual que algunos medios de comunicación independiente.
Esa idea de un internet libre ya no existe para los rusos, rompiendo así la esperanza de integrarse globalmente, en especial desde que Vladimir Putin declarara la guerra a Ucrania. De este modo, el país queda aislado del mundo, especialmente de Occidente, a raíz de esta censura del ciberespacio.
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