En un comunicado tras un encuentro de dos días, los ministros de Finanzas del G-20 y banqueros centrales elogiaron las señales económicas positivas en las economías ricas, pero lamentaron la debilidad de los mercados emergentes.
"Los riesgos para la economía global están más equilibrados desde la última reunión. Las perspectivas en las economías avanzadas, en particular en el área del euro y Japón, han mejorado recientemente, mientras que Estados Unidos y Gran Bretaña siguen registrando un sólido crecimiento, lo que podría respaldar una recuperación global más firme", destacaron en un comunicado.
Pero advirtieron del riesgo de la volatilidad en las divisas ante la inminente subidas de tipos por la Fed y retirada de medidas expansivas que está provocando una apreciación del dólar, aunque admiten que apoyara al crecimiento global. Además, señalan que hay otros riesgos que no merecen ser despreciados la perspectiva de baja inflación prolongada, sostenidos desequilibrios internos y externos, una alta deuda pública y tensiones geopolíticas.
En el comunicado, sorprendió la ausencia de alguna mención a Grecia, un tema que ha marcado la reunión de los dos últimos días. Varios ministros indicaron que las negociaciones de Atenas con la troika centraron la mayoría de las reuniones.
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