ArcelorMittal ha registrado unas pérdidas de 1.120 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, en comparación con el beneficio neto atribuido de 414 millones de dólares que se anotó el gigante siderúrgico en el mismo periodo de 2019. “La actividad económica y las condiciones en el mercado del acero han registrado un sustancial deterioro tras la adopción por parte de Gobiernos en todo el mundo de medidas destinadas a contener la pandemia de la COVID-19”, comentan desde la multinacional. 

Entre enero y marzo, las ventas del grupo se han situado en los 14.844 millones de dólares, por debajo de los 19.188 millones de dólares de los tres primeros meses de 2019, al tiempo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha experimentado un retroceso interanual por encima del 40%, hasta los 967 millones de dólares.

 “La sociedad ha reaccionado con rapidez, adaptando la producción a la caída de la cartera de pedidos y adoptando medidas para reducir costes en todos los ámbitos, en consonancia con los niveles excepcionalmente bajos de utilización de las capacidades de producción”, añaden. En todo caso, han destacado que, hasta la irrupción de la pandemia, el grupo presentaba una “mejora de los resultados operativos” entre enero y marzo.

Asimismo, dado el contexto marcado “por las significativas medidas de ahorro de costes que se están adoptando en el conjunto de la empresa”, el consejo de administración ha decidido suspender el pago de dividendos hasta que se normalice la situación de mercado. “Aunque probablemente se trate de una desescalada y no de una finalización inmediata de las medidas de confinamiento, se prevé que la construcción y la industria se encuentren entre los primeros sectores en los que se autorice el reinicio de la actividad y, efectivamente, observamos indicios de reanudación de la producción por parte de algunos clientes”, señala el CEO de ArcelorMittal, Lakshmi N.Mittal.

De igual modo, la cotizada ha asegurado que su plan de optimización de activos por valor de 2.000 millones dólares sigue avanzando, por lo que prevén completarlo a mediados de 2021 y mantiene su objetivo de reducir el nivel de endeudamiento neto a 7.000 millones de dólares “en un futuro próximo”.