Banco Sabadell ha cerrado el ejercicio 2019 con un beneficio neto atribuido de 768 millones de euros, un 134% más con respecto al ejercicio anterior. Sin tener en cuenta TSB, la filial británica del grupo, el beneficio neto asciende a 813 millones de euros, lo que supone una subida del 43%.

Según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el margen de intereses del grupo ha sido de 3.622 millones (2.644 millones excluyendo TSB), un 1,4% menos, influido por la aplicación de IFRS16, la titulización de préstamos y menores tipos de interés.

Por su parte, las comisiones netas han experimentado un crecimiento del 7,7% interanual (5,8% sin tener en cuenta TSB), hasta los 1.439 millones, impulsada "por el buen comportamiento de las comisiones de servicios". Así, los ingresos del negocio bancario -que incluyen margen de intereses más comisiones netas- han aumentado un 1% interanual tanto a nivel de grupo, como si se aisla el efecto de la filial británica.

A diciembre de 2019, Banco Sabadell ha contabilizado costes de 3.213 millones (2.161 millones sin TSB), un 1,8% menos. Con todo ello, el ratio de eficiencia ha alcanzado el 55,6% en 2019, frente al 58,3% del año anterior.

Tras el cierre de venta de carteras institucionales, los activos problemáticos en el balance han presentado una reducción superior a los 8.200 millones. De esta cantidad, 954 millones fueron retirados este año. Así, a cierre del ejercicio, el saldo problemático ha ascendido a 7.326 millones (6.141 millones a activos dudosos y 1.185 millones a activos adjudicados).

En cuanto al ratio de morosidad, este ha sido del 3,8%, frente al 4,2% del año anterior, al tiempo que el ratio de capital se ha situado en el 11,7% y cumple así con el objetivo del banco de cerrar el año con un CET1 fully loaded cómo mínimo del 11,6%.