Naturgy ha obtenido un beneficio neto de 334 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone una caída del 43,6% con respecto a los seis primeros meses del ejercicio anterior, cuando contabilizó 592 millones. En esta línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) también ha reportado un descenso del 14,1%, hasta los 1.870 millones. 

Según explica la cotizada, excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario ha alcanzado los 490 millones (-30,3%), mientras que el Ebitda se ha situado en los 2.037 millones, un 11,1% menos. 

Estos resultados se han visto afectados por la crisis sanitaria derivada de la COVID-19 y que se han reflejado en el sector energético con una menor demanda de gas y electricidad tanto en España como en Latinoamérica, un escenario “más desafiante” en el mercado internacional de GNL y una depreciación de divisas en países de América Latina “claves” para Naturgy. 

En concreto, la demanda de electricidad y gas en España ha disminuido en promedio un 8,5% y un 9,7%, respectivamente, en los seis primeros meses del año. Lo mismo ha ocurrido en las regiones de América Latina en las que opera la compañía. Respecto a la volatilidad de las divisas, su efecto en el Ebitda ordinario consolidado del grupo ha sido de 87 millones, mientras que en el beneficio neto ha sido de 23 millones en comparación con el periodo anterior.

Pese a ello, Naturgy ha afirmado que mantiene la política de remuneración del accionista y el próximo 29 de julio, abonará 0,31 euros por acción a cargo de los resultados de 2020. Asimismo, también cancelará más de 14,5 millones de acciones propias, en línea con lo previsto, y mantiene suspendido su programa de recompra de acciones “hasta que exista visibilidad sobre la profundidad de la crisis económica”.

Culmina la primera fase de su plan estratégico

El grupo encabezado por Francisco Reynés ha terminado la primera etapa de su plan estratégico (2018-2022) “de manera satisfactoria”. “A pesar del contexto reciente, hemos avanzado en todos los pilares que nos propusimos ahora hace dos años. Somos una compañía más eficiente, dinámica y activa en la gestión de sus negocios, lo que nos permitirá hacer frente a las dificultades derivadas del entorno de una manera más realista y efectiva”, precisó Reynés. 

La compañía tiene previsto organizar el siguiente otoño un 'Capital Markets Day', donde detallará la siguiente fase de transformación con una actualización de su hoja de ruta hasta 2022. En ella se incluirán aspectos como la prioridad de la retribución al accionista, la estrategia industrial de creación de valor y crecimiento para cada uno de los negocios y los compromisos en materia de inversión socialmente responsable (ESG). 

El objetivo es mantener la reducción del perfil de riesgo a través de la rotación de activos, en línea con la transición energética, además del establecimiento de relaciones win-win con los reguladores y en la renegociación de los contratos de suministro de gas. 

De manera paralela, durante este periodo, Naturgy ha completado la adquisición de Medgaz, después de la entrada de Global Energy & Power Infrastructure Fund (GEPIF) de BlackRock en el vehículo de propósito especial (SPV) creado para este fin. Como resultado, ambas compañías cuentan con una participación del 50% cada una en el SPV que, a su vez, posee el 49% de las acciones de Medgaz con derechos de control junto a Sonatrach. “Esta es una transacción atractiva para nosotros. Por un lado, la entrada de BlackRock en el vehículo de inversión confirma el atractivo y la singularidad de Medgaz como una infraestructura estratégica. Por otro, la transacción también nos permite aumentar notablemente nuestros derechos de control y crear valor para los accionistas, dada la atractiva valoración”, comentan desde Naturgy.