El número de afiliados al Régimen General de Trabajadores Autónomos (RETA) ha superado la barrera de los 3,2 millones de personas con un ligero impulso del 1,27% durante el pasado mes de enero, según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Una cifra que deja entrever la magnitud de este colectivo dentro del tejido empresarial español, pero que también arroja muchas sombras.

De acuerdo con un informe elaborado de manera conjunta entre Infoempleo y Adecco, la realidad es que la mayoría de los trabajadores por cuenta propia se ven abocados a serlo por necesidad. De una encuesta realizada a 500 freelances en España, a los que se les ha preguntado por las principales ventajas e inconvenientes del autoempleo, más del 66% ha afirmado encontrarse en esta situación por necesidad, frente al 34% restante que ha detectado una oportunidad.

Llama la atención que, pese a esta situación, la mayoría trabajaba por cuenta ajena y solo el 17,7% de los que son ahora autónomos se encontraba en desempleo. En este sentido, la gran mayoría (68,29%) ha utilizado capital propio o les ha dejado dinero familia y amigos (26,6%) para llevar a cabo su iniciativa. Un porcentaje que se reduce en el caso de aquellos que han recurrido a financiación bancaria (13%) o han capitalizado el paro (11,2%).

Pese al papel que han adoptado en los últimos años en materia de captación de fondos figuras como los business angels o la financiación colectiva, según la encuesta, éstas alternativas aún no han terminado de implantarse dentro del ecosistema emprendedor español.

Una situación avalada por el hecho de que los autónomos españoles otorgan más importancia a contar con la experiencia profesional adecuada o una buena idea empresarial a tener un buen sistema de financiación.

En cuanto al tipo de perfil mayoritario, dentro de este colectivo predominan los trabajadores independientes (63,5%) y se dedican en exclusiva a esta actividad (80%). En cambio, aquellos que perciben al menos el 75% de sus ingresos de una actividad profesional representan una tercera parte del total. Además, trabajan un promedio de 5,46 días a la semana y prefieren hacerlo desde casa (44,4%). Solamente dos de cada diez se dedican a su negocio de lunes a domingo.

Respecto a su duración, el 46% de los freelances lleva en esta situación laboral menos de un año (28,9%) o entre uno y tres años (22%), coincidiendo con la aprobación de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo en 2017.

Ser su propio jefe (53%), establecer los horarios laborales que estimen oportunos (45,6%), disponer de más libertad (43,4%) o una mayor satisfacción personal (35,2%) son algunas de las ventajas que los encuestados encuentran a su situación laboral actual. Pese a ello, seis de cada diez manifiesta que preferiría tener solo un empleo por cuenta ajena a tiempo completo porque les daría mayor tranquilidad.