Cellnex registró unas pérdidas de 15 millones de euros durante 2018, frente a las ganancias de 26 millones de euros con las que cerró 2017, a causa del ERE llevado a cabo en sus filiales Retevisión y Tradia para el período 2018-2019 y para el que la compañía provisionó un total de 55 millones de euros. De no haber tenido en cuenta estos extraordinarios, la compañía habría obtenido unas ganancias de 31 millones de euros.

Según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 591 millones de euros, un 18% más, al tiempo que los ingresos experimentaron un repunte del 14%, hasta los 901 millones de euros. De esta cantidad, unos 586 millones procedieron de los servicios de infraestructuras para operadores de telecomunicaciones móviles, división que creció un 24%.

En este sentido, la compañía destaca el peso del mercado exterior. A cierre de 2018, el 48% de los ingresos y el 56% del Ebitda se generaban fuera del mercado español. Italia es el segundo mercado más importante con un 28% de los ingresos del grupo, seguido de Francia, que le reporta el 7%.

La deuda neta, por su parte, se situó en los 3.166 millones de euros a cierre del ejercicio, el equivalente a un ratio de deuda de 4,9 veces el Ebitda. Durante 2018, el grupo encabezado por Tobías Martínez llevó a cabo inversiones por valor de 670 millones de euros, destinados en su mayoría a inversiones vinculadas a la generación de nuevos ingresos, como la incorporación de nuevos activos en Suiza y España o el despliegue de nuevos emplazamientos en Francia, además de las mejoras llevadas a cabo en materia de eficiencia y el mantenimiento de la capacidad instalada.

De cara a este 2019, Cellnex espera incrementar su Ebitda entre los 640 y los 655 millones de euros, así como aumentar su dividendo un 10% más, en línea con la política para el período 2017-2019.