La constructora Sacyr acaba de presentar sus resultados correspondientes al primer semestre de 2018, en el que consiguió aumentar un 20% su beneficio neto respecto al mismo periodo del mes anterior, hasta los 72 millones de euros. Mientras, su cifra de negocios creció un 18% hasta 1.803 millones de euros.

Además, su resultado bruto de explotación (Ebitda) se elevó un 25% interanual hasta 239 millones de euros. La compañía asegura que este "importante crecimiento cosechado entre enero y junio se sustenta en la expansión que han registrado todas las áreas y en el foco de Sacyr en la rentabilidad de los negocios".

Así, sus cuatro áreas de negocio mejoraron su Ebitda en el primer semestre de 2018, con una subida del 184% en Ingeniería e Infraestructuras, del 15% en Concesiones, un 13% en Servicios y un 5% en Industrial. Mientras, la rentabilidad de los negocios según margen de resultado se eleva siete décimas hasta el 13,2%.

La cartera de ingresos futuros cerró el mes de junio en 42.122 millones de euros, lo que representa un aumento del 40% respecto de la misma fecha de 2017 y del 3% si se toma como referencia el cierre del pasado ejercicio.

Entre enero y junio, la compañía se adjudicó proyectos relevantes en todas sus divisiones. Entre ellos, destacan los tres primeros contratos de la filial constructora en EEUU por un montante de 115 millones de euros. Este es uno de los hitos más relevantes del Plan Estratégico 2015-2020 de la compañía. Además, en el área de Ingeniería e Infraestructuras, destacan varios proyectos deportivos en Perú, así como actuaciones de rehabilitación y actualización de zonas urbanas de Bogotá (Colombia).

Sacyr Concesiones obtuvo el contrato de concesión del aeropuerto El Tepual en Puerto Montt (Chile) por un periodo de seis años. Sacyr Servicios inició sus actividades en Bogotá, con un contrato de recogida y transporte de residuos, limpieza viaria y mantenimiento de zonas verdes. Asimismo, Sacyr Industrial diseñará y construirá una planta de tratamiento de agua en Adelaida (Australia).

De este modo, la constructora afirma que el 71% de su cartera es internacional, con un 30% en Europa, un 38% en América y el 3% restante, en Oceanía, África y Asia. Por actividades, en Infraestructuras los contratos internacionales representan el 89% del total; en Concesiones, el 82%; en Servicios, el 29%; y en Industrial, el 14%.

La deuda neta del grupo cerró el mes de junio en 3.719 millones de euros, frente a los 3.421 millones de final de 2017. El crecimiento se debe fundamentalmente al gran esfuerzo inversor en el negocio concesional. El resultado financiero entre enero y junio se situó en -114 millones de euros.

Sacyr señala que "la solidez de los resultados y la buena evolución de los negocios de la compañía marcan el reinicio de una política regular de dividendos", con un objetivo de rentabilidad anual del 4,2%. Además, en lo que va de año se ha retribuido a los accionistas con dos scrip dividend, en enero y en julio.