Ha pasado un año desde que Rusia proclamara la guerra a Ucrania. El resto del mundo, especialmente Europa, no tardó en notar sus efectos secundarios, sobre todo, a nivel económico. Las alteraciones en los precios de las materias primas, la crisis energética o la tensión provocada por los precios de los combustibles y lo que […]
AutónomosDirigentes Digital
| 24 feb 2023
Ha pasado un año desde que Rusia proclamara la guerra a Ucrania. El resto del mundo, especialmente Europa, no tardó en notar sus efectos secundarios, sobre todo, a nivel económico. Las alteraciones en los precios de las materias primas, la crisis energética o la tensión provocada por los precios de los combustibles y lo que ello deriva, ha llevado a España a conocer datos históricos en su inflación.
La impactante repercusión se ha notado a todas las escalas, no obstante, son los pequeños empresarios y autónomos los que más parecen luchar contra lo inevitable. La adaptación de esos datos inflacionistas de quiénes representan la mayoría del tejido empresarial español, está abocando a una tendencia de precios desorbitados en productos de primera necesidad.
Una sucesión de hechos, dependiente de la agenda macroeconómica que afecta a gran escala a la micro, pequeña y mediana empresa. Así lo analiza Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, a través de un comunicado en el que analiza la situación macro en el primer aniversario de la guerra Rusia-Ucrania. “Vamos a un mundo más inflacionista, en el que la inflación estará por encima de los niveles a los que nos hemos acostumbrado a los últimos tiempos, originando a su vez que los tipos de interés estén por encima de esos niveles.”
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía
No existe un solo autónomo o pyme que no haya notado en su negocio la invasión rusa en Ucrania. No solo la inflación, también la morosidad y el alza de los precios energéticos han hecho mella en sus actividades. Así lo esclarecía el I Informe Hiscox de pymes y autónomos en España ante el estado de incertidumbre actual donde el 50,5% de las empresas incluidas en el estudio afirmaba estar preocupada por la continuidad de su negocio debido a la inflación.
Inseguridad reflejada en un ascenso de empresas que se han visto obligadas a solicitar ayudas públicas como ERTES que, en el caso de las pymes con una facturación superior a los cinco millones de euros, ha afectado al 75% de la plantilla. De igual manera sucedía con el 20% de encuestados quiénes aseguraban haber solicitado un crédito ICO, afirmando un tercio de ellos que no sabrían cuándo lo podrían devolver.
Obviando las dificultades económicas generadas grosso modo por inflación y las subidas de carburantes y energía, algunos sectores se han visto altamente perjudicados por encima de otros debido a la inestabilidad geopolítica actual.
Según el estudio de Hiscox, son 15.000 las empresas españolas que exportan e importan con Rusia y Ucrania. La industria del pienso es de las más afectadas tras el estallido de la guerra por estar considerado Ucrania “el granero de Europa”. El fuerte impacto que ello supone en pymes agroalimentarias se ha notado principalmente en la subida de precios de los alimentos no procesados, pero también en la pérdida de oportunidades para los pequeños negocios, en la demora de las entregas de mercancías y consecuente descenso de las ventas.
Debido a la alta exposición con los países del este, otro de los sectores altamente afectados ha sido el de la metalurgia. Rusia es uno de los principales exportadores mundiales de metales como el aluminio, el níquel o el paladio, por lo que afecta directamente a la fabricación nacional de producción de automóviles, material eléctrico o productos metálicos.
A pesar de que España no mantiene una fuerte relación con turistas rusos y ucranianos con respecto a otros países de la Unión Europea, también el sector del turismo es otro de los grandes perjudicados por el conflicto.