Uno de los principales objetivos de la Unión General de Trabajadores (UGT) para esta nueva legislatura es aumentar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.200 euros al mes a través de 14 pagas o 1.260 euros en 12 meses. Así lo anunciaba hace unos días Pepe Álvarez, secretario general de la organización sindical. Además, […]
AutónomosDirigentes Digital
| 21 sep 2023
Uno de los principales objetivos de la Unión General de Trabajadores (UGT) para esta nueva legislatura es aumentar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.200 euros al mes a través de 14 pagas o 1.260 euros en 12 meses. Así lo anunciaba hace unos días Pepe Álvarez, secretario general de la organización sindical. Además, la propuesta incluye una reducción de horas en la jornada laboral semanal, de 40 a 35 horas para todos los trabajadores. Una medida aún sin aprobar que tendrá que, de ser así, deberá pasar previamente por negociaciones de Gobierno y la patronal.
No se cumple un año de la última subida salarial aprobada en un 10%, habiendo aumentado en más de un 50% en los últimos cinco años. Si en 2018 el SMI era de 735,9 euros anuales, se estaría tratando de un incremento mensual 464,1 euros, ello sin contar con los costes laborales que empresas y autónomos deben asumir en un escenario de incertidumbre generalizada como el actual.
En caso de que la proposición del sindicato fuera aprobada por ley y los trabajadores comenzaran a ganar un mínimo de 16.800 euros anuales, los autónomos con plantilla percibirían un aumento anual en las nóminas de sus empleados de 1.680 euros. Pero no solo lo notarían en el incremento de sueldo, sino también en una subida proporcional de las cotizaciones a la Seguridad Social.
El impacto financiero que pasaría a asumir la empresa al año, sumando salario (14.400 euros), pagas extras y cotizaciones (6.336 euros), ascendería a 23.136 euros por trabajador. Una suma que implicaría 2.300 euros adicionales anuales por cada empleado comparándolo con la situación actual en la que el SMI se fija en 1.080 euros brutos mensuales, 15.120 euros brutos anuales.
El fin del incremento salarial sería cumplir con el compromiso de que el SMI sea equivalente al 60% del salario medio nacional que se sitúa en uno 2.086,80 euros al mes. Sin embargo, supondría un desafío para las empresas, ya que afectaría directamente a sus presupuestos. Además, podría influir en su capacidad para contratar empleados y mantener la plantilla actual al tener que gestionar una carga financiera adicional.
Todo ello y, teniendo en cuenta en gran porcentaje que ocupan autónomos, micros, pequeñas y medianas empresas en nuestro país, aportando más del 62% de Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo total, según datos del Ministerio de Industria, afectaría directamente a la salud de la economía global de España y, por lo tanto, al mercado laboral en general.