A falta de dos semanas para que finalice el estado de alarma, los datos reflejan que los autónomos enfrentan un panorama nada fácil. Se estima que este viernes casi nueve de cada diez trabajadores por cuenta propia habrán retomado su actividad, cantidad que engloba aquellos que no han parado (22%). Aunque cada uno lo hará […]
AutónomosDirigentes Digital
| 09 jun 2020
A falta de dos semanas para que finalice el estado de alarma, los datos reflejan que los autónomos enfrentan un panorama nada fácil. Se estima que este viernes casi nueve de cada diez trabajadores por cuenta propia habrán retomado su actividad, cantidad que engloba aquellos que no han parado (22%). Aunque cada uno lo hará con un punto de partida diferente, la gran mayoría coincide en la reducción de ingresos. Según un informe elaborado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), más de la mitad de los emprendedores han contabilizado pérdidas de entre el 40% y el 60% e, incluso, hay un porcentaje (16,2%) en el que la caída es superior al 80%.
En términos globales, la organización observa un descenso significativo del volumen de negocio durante los primeros cinco meses del año con respecto al mismo periodo de 2019, influido por el parón de la actividad económica. Tan solo un 7,8% ha incrementado sus ventas o las ha mantenido. Por este motivo, desde ATA piden el mantenimiento de la prestación por cese de actividad tanto para los que continúan con restricciones de actividad como para los que han vuelto a la normalidad, pero con reducciones drásticas de caja. “Debemos asegurarnos de que los más afectados directamente por esta caída de facturación, y tenían negocios viables, puedan mantenerse para crear riqueza lo antes posible”, ha señalado el presidente de la citada organización, Lorenzo Amor.
Al analizar por ramas de actividad, se detecta que el trabajo autónomo funciona a dos velocidades en el momento actual. Mientras agricultura y construcción, las actividades sanitarias y transporte o las relacionadas con la administración e información y comunicación operan casi con total normalidad, otras como las actividades artísticas o a la educación se encuentran a medio gas. También hace mención a la hostelería y el comercio, sectores en los que todavía no han abierto más de 85.000 establecimientos en cada caso. En este contexto, añaden que, si bien el consumo y la actividad se va a ir recuperando, lo hará “de manera lenta”, ante lo que piden alargar los ERTEs. “Aunque la activación está siendo importante, la caída de la actividad es significativa”, sentencian.
Al margen de esta situación se encuentran los autónomos fijos discontinuos, es decir, profesionales por cuenta propia que realizan actividades de temporada como trabajadores de la hostelería, feriantes o los dedicados a la venta ambulante. Por las características de la actividad que desempeñan, este colectivo no estaba dado de alta en el RETA cuando se decretó el estado de alarma, lo que les dejó fuera de las ayudas puestas en marcha desde el Ejecutivo.
En total, Upta estima que esta situación afecta a más de 70.000 personas que viven “exclusivamente” de lo que facturan en la temporada de verano. Ante ello, han pedido al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la estructuración de un subsidio especial para este colectivo.
En línea con ATA, también solicitan la ampliación del ‘paro de los autónomos’ hasta que los negocios cuenten con una facturación que les permita encarar la nueva normalidad con garantías y asumir los gastos. “Quedan 15 días para terminar el estado de alarma y los autónomos necesitan que se adopten soluciones de forma urgente. O se toman las medidas oportunas o presenciaremos la quiebra total de muchas actividades profesionales”, ha sentenciado el presidente de Upta, Eduardo Abad.