Enagás ha registrado un beneficio después de impuestos de 348,9 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 4,7% en comparación con el obtenido en el mismo mes de 2019 y mantiene su compromiso de dividendo para este ejercicio de 1,68 euros por título (+5%), así como […]
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| 20 oct 2020
Enagás ha registrado un beneficio después de impuestos de 348,9 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 4,7% en comparación con el obtenido en el mismo mes de 2019 y mantiene su compromiso de dividendo para este ejercicio de 1,68 euros por título (+5%), así como su política de remuneración al accionista para el periodo 2020-2026.
Según informa la compañía, las ganancias van en línea con los objetivos establecidos para todo el ejercicio de cerrar en alrededor de los 440 millones y en ella han contribuido el “esfuerzo en el control de gastos operativos y financieros”.
También ha influido el resultado positivo no recurrente de 18,4 millones de euros como consecuencia de las diferencias de tipo de cambio tras la compra en dólares para incrementar su participación hasta el 30,2% en el accionariado de Tallgrass Energy.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha experimentado una reducción del 5,2%, hasta los 727,4 millones de euros, y el beneficio operativo (Ebit) ha alcanzado los 486,6 millones de euros, un 4,3% menos.
En esta línea, los ingresos totales también han caído un 4,8%, pasando de los 872,4 millones en septiembre de 2019 a los 831 millones en septiembre de 2020. Desde el grupo encabezado por Antonio Llardén precisan que en esta variación de 41 millones, más de 23 millones se deben al impacto que ha tenido la COVID-19 en la demanda de gas natural. En cualquier caso, precisan que el nivel de consumo del mismo mantiene “la recuperación progresiva iniciada” a finales de mayo y se encuentra en niveles similares a los meses previos a la crisis de la COVID-19.
En cuanto a las inversiones, estas han ascendido a 819,7 millones, entre las que destacan el citado aumento de la participación en Tallgrass Energy, al tiempo que la deuda neta es de 4.119 millones.
De manera paralela, el proyecto Trans Adriatic Pipeline (TAP), que une Turquía con Italia a través de Grecia y Albania, ha finalizado y su puesta en operación comercial está prevista para este último trimestre. La participación de la gasista en esta infraestructura “clave para la seguridad de suministro energético de Europa” es del 16%.