Mucho se habla de energías renovables, mucho de transición energética y más aún de cambio climático. Pero no tanto de eficiencia energética, un concepto muy vinculado a los tres anteriores, pero también al más prosaico de los costes. Para una familia, emplear menos dinero por su consumo energético mejora su economía. Lo mismo ocurre en […]
PYMESDirigentes Digital
| 11 abr 2019
Mucho se habla de energías renovables, mucho de transición energética y más aún de cambio climático. Pero no tanto de eficiencia energética, un concepto muy vinculado a los tres anteriores, pero también al más prosaico de los costes. Para una familia, emplear menos dinero por su consumo energético mejora su economía. Lo mismo ocurre en el entorno empresarial, aunque en este caso hay que añadir a la ecuación la palabra competitividad. La de una compañía, cuyo estancamiento proviene de una baja productividad, puede mejorar por muchas vías, pero es innegable que una de ellas es la de la eficiencia energética; y, no olvidemos, más sostenible.
Se supone que las empresas de gran tamaño tienen los medios y la estrategia para mejorar su eficiencia, también en este terreno. Pero, ¿qué decir de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos, responsables fundamentales de la creación de puestos de trabajo (el 66%, según el último Retrato de la Pyme) esta ahora que sus ‘hermanos mayores’ presentan, un día sí y otro también, expedientes de regulación de empleo como respuesta a la desaceleración?
En apoyo de las pymes y de los autónomos han salido el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y Santander, que han dispuesto una línea de financiación por importe de 50 millones de euros para este colectivo y para el propósito citado, que se acoge al programa de la Comisión Europea “para promover inversiones sostenibles que contribuyan a la acción por el clima”; o, dicho más técnicamente, PrivateFinanceforEnergyEfficiency.
El producto consiste en la financiación de un mínimo de 10.001 euros y un máximo de cinco millones por proyecto. La cantidad (la que sea) puede cubrir hasta el 100% del coste del mismo, aunque el importe total de la inversión no puede superar los 10 millones. El préstamo (o leasing) tendrá una vida de entre tres y 10 años, y se puede negociar una carencia. Las condiciones (incluida la de los tipos de interés) son ventajosas.
Pero antes de seguir, ¿hay demanda entre las pymes españolas? Pues a tenor de lo que resalta el 9º Índice de Eficiencia Energética de las Pymes (2017), un clásico de la Fundación Gas Natural Fenosa, hoy Fundación Naturgy, la respuesta debiera ser afirmativa, ya que el margen de ahorro total es casi del 25% o, lo que es lo mismo, “la energía necesaria para abastecer de consumo eléctrico a Galicia durante dos años”; o más claro aún, de 4.100 millones de euros.
En el gráfico se puede observar la evolución del citado índice. Sigue subiendo, sí, pero hay tener en cuenta que la puntuación es sobre un máximo de 10.
El año pasado, según Cepyme, más de un tercio de las pymes españolas solicitaron financiación, y casi el 100% la obtuvo; además, en condiciones mejores.
Con esta iniciativa, Santander recibirá asesoramiento técnico del BEI para la evaluación de los proyectos que pueden financiarse bajo esta línea y da un paso más en su vocación estratégica de banca responsable que le ha llevado a ser el mayor financiador del mundo de instalaciones de energías renovables por número de operaciones y el segundo por volumen de las mismas, el líder en número de operaciones en todo el mundo y el segundo por volumen de financiación. En total, contribuyó a hacer posible la instalación de 6.689 MWs, o lo que es lo mismo, una capacidad equivalente al consumo de 5,7 millones de hogares.
También se ha sumado a la UnitedNationsEnvironmentProgrammeFinanceInitiative.
El del BEI no es el único programa de eficiencia energética (y renovables) en el que está presente Santander: sólo el año pasado, firmó acuerdos en líneas de financiación por un importe total de 345 millones de euros, y si se pone el ojo en los últimos tres años la cifra asciende a 1.080 millones de euros en España, Brasil, Polonia y Perú.
Pero para poder presumir de compromiso con la sostenibilidad, la responsabilidad y la eficicencia (energética), lo primero que hay que hacer es predicar con el ejemplo. Y éste (ver gráfico) es el resultado del plan trienal que el banco cuyo periodo de vigencia terminó con el año pasado, que se saldó con reducciones del 9% tanto en el consumo eléctrico como en las emisiones de gases de efecto invernadero.
La colaboración entre el Banco Europeo de Inversiones y la marca española del grupo bancario no se limita a la referida a la eficiencia energética. El verano pasado, ambas partes firmaron el segundo convenio (el primero, de las mismas características, benefició a más de 3.500 empresas) según el cual Santander España ponía a disposición de las pymes españolas 500 millones de euros en nuevos créditos en condiciones especiales. Además, el BEI participaría con otros 250 millones de euros en una cartera de préstamos para el mismo público objetivo. Ambos convenios, el firmado en 2018 y su precedente, se enmarcan el Plan de Inversiones para Europa, más conocido como Plan Juncker.
Santander España ha reforzado en los últimos años su presencia en el sector de las pymes y de los autónomos, gracias también a su cuenta 1|2|3 Profesional y a la adquisición del Banco Popular, muy presente en este segmento.