Las expectativas de crecimiento de la pequeña y mediana empresa se mantienen moderadamente favorables. Según se desprende de ‘El Informe Pyme España 2018’, elaborado por la CEOE, casi un 41% de este colectivo tiene expectativas de aumentar sus ventas el año que viene, frente al ligero 2,8% que prevén que disminuirá. Se trata de una […]
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| 21 nov 2018
Las expectativas de crecimiento de la pequeña y mediana empresa se mantienen moderadamente favorables. Según se desprende de ‘El Informe Pyme España 2018’, elaborado por la CEOE, casi un 41% de este colectivo tiene expectativas de aumentar sus ventas el año que viene, frente al ligero 2,8% que prevén que disminuirá.
Se trata de una cifra que si bien arroja una visión optimista del panorama empresarial, confirma la estabilización sobre la situación de la economía en general. De hecho, son las empresas medianas, no familiares y con menos de 10 años (más jóvenes) las que presentan mejores expectativas en cuanto a ventas y empleo.
En este sentido, la diferencia entre aquellos que consideran que el empleo aumentará (21,4%) al finalizar el ejercicio y aquellos que lo reducirán (4,2%) es de 17 puntos. Por tanto, se deduce una percepción de mejora más intensa en ventas que en empleo, en línea con los informes de años anteriores. “Este comportamiento trasluce el fortalecimiento de una cultura empresarial en la que el crecimiento busca su soporte en el aumento de la productividad”, señalan en el informe.
Si bien desde la patronal inciden en que 2018 seguirá moviéndose por la “senda de la recuperación” que confirman una fase de “crecimiento consolidada”, existen aspectos donde se aprecia síntomas de ralentización al menos entre las pymes. Uno de ellos es la financiación empresarial. En concreto, durante este año, solamente el 34,2% de las empresas con menos de 250 trabajadores han intentado recurrir a entidades de crédito. Un porcentaje que achacan a un menor ritmo de ejecución de proyectos de inversión o que directamente no han acometido ninguna inversión (35,7%). La cantidad restante se reparte entre aquellas que abogan por la autofinanciación (29,3%) o que directamente no la han solicitado porque piensan que no la recibirán (0,8%).
Empresa mediana, exportadora y con estrategias de crecimiento, que dispone de autonomía financiera y fuertemente involucrada en la estrategia digital son las cualidades que definen a una pyme exitosa. Y es precisamente la digitalización el talón de aquiles de estas organizaciones empresariales.
A pesar de los avances registrados en los últimos años, éstas necesitan continuar avanzando en el proceso de transformación digital de su negocio. Aunque la inmensa mayoría (83,2%) dispone de una página web propia, tan solo el 40% es activa en redes sociales y un ligero 19,7% tiene plataforma de comercio electrónico.
En una escala del uno al cinco, las pymes obtienen un tres en relación a su nivel de compromiso con las innovaciones digitales y la preparación y adaptación de conocimiento de sus empleados y un interés moderado en lo que respecta a la innovación de productos y procesos. Así, tres de cada cuatro encuestados reconocen haber llevado a cabo algún cambio o mejora en sus productos o servicios.
Por tipo de empresa, el estudio ha detectado que son aquellas empresas regentadas por una persona con estudios universitarios y dedicadas al comercio las que llevan a cabo un mayor número de innovaciones.
Cifras que aumentan cuando se analiza el ámbito de la Responsabilidad Social. Con una nota de cuatro sobre cinco, las pymes reflejan una mayor predisposición a ejecutar acciones más comprometidas con la sociedad y el medio ambiente priorizando el impulso de medidas como el reciclaje efectivo y la reducción en el consumo de energía.