Los autónomos perciben de manera negativa el sistema de Seguridad Social y consideran que su nivel de desarrollo aún deja mucho que desear en comparación con otros países europeos. Así lo considera cerca del 60% de los trabajadores por cuenta propia según recoge el informe ‘El trabajador autónomo ante la previsión social’ elaborado por la […]
PYMESDirigentes Digital
| 17 jun 2019
Los autónomos perciben de manera negativa el sistema de Seguridad Social y consideran que su nivel de desarrollo aún deja mucho que desear en comparación con otros países europeos. Así lo considera cerca del 60% de los trabajadores por cuenta propia según recoge el informe ‘El trabajador autónomo ante la previsión social’ elaborado por la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) para la Fundación Mapfre.
En concreto, dicho informe arroja que alrededor del 60% de este colectivo no ve con buenos ojos el sistema público e, incluso, un 16,3% de ellos lo tacha de deficiente. “España es punta lanza en la igualdad de derechos de los trabajadores autónomos, siendo el único Estado que cuenta con un Estatuto del Trabajo Autónomo“, señala el secretario general de ATA, José Luis Perea. Se trata de una situación que, a su juicio, viene provocada por la desinformación.
De una encuesta realizada a más de 1.800 autónomos, la organización detecta la existencia de un gran desconocimiento por parte de los trabajadores por cuenta propia sobre las prestaciones que cubren sus cotizaciones. Al ser preguntados por las prestaciones ligadas a cada tipo de contingencia solamente han acertado con algunos aspectos como la asistencia sanitaria, la jubilación, la baja por maternidad/paternidad o riesgo durante el embarazo en el caso de contingencias comunes, mientras para las profesionales solamente respondieron de manera correcta por accidente laboral.
“Muchos autónomos no tienen ni idea de que el cese de actividad lo tenemos incluido”, asevera el presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien incide en que esta falta de información provoca que muchos autónomos se refugien en el sistema privado a pesar de que tampoco poseen el suficiente conocimiento de la oferta existente dentro de este ámbito. De hecho, según recoge el citado informe, el 41,2% de los encuestados dispone de un plan de pensiones y el 28,2% dice tener contratado un servicio de asistencia sanitaria. A este respecto, desde ATA creen que la decisión de apostar por la sanidad privada deviene de la escasez de tiempo de la que dispone el autónomo. Debe reseñarse que esta tendencia se incrementa cuanto mayor es el rango de edad, con su punto más bajo entre los más jóvenes.
Algo parecido ocurre con la base de cotización. Si bien el rango mínimo es el más extendido dentro del ecosistema autónomo, son los menores de 25 años quienes más cotizan por la base mínima (85,1%) frente al 42,6% de los mayores de 55 años que eligen esta base. Un patrón de comportamiento que, según ATA, es provocado por la lejanía del momento de jubilación entre los más jóvenes y a la inversa. A medida que se acerca la jubilación, la cuantía de las pensiones comienza a adquirir relevancia dado que ésta se encuentra ligada a la cotización de la vida del trabajador. “Un autónomo sabe lo que paga pero no la base por la que cotiza”, asegura Lorenzo Amor.
En este sentido, casi el 40% de los entrevistados manifiesta cotizar solo por el mínimo legal al no contar con ingresos suficientes para poder incrementar esta cuantía y un tercio de ellos confiesa que pagaría más si tanto las coberturas como la prestaciones mejorasen. Llama la atención que más del 13,2% considera más seguro contratar planes privados. Y apenas un 8% elige una base superior a los 2.000 euros. “Tenemos muchos autónomos cuyos ingresos no alcanzan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”, sentencia Amor.
En el momento actual el RETA contabiliza más de tres millones de trabajadores autónomos que emplean alrededor de un millón de asalariados en España, según las estimaciones de ATA.