Mediar un divorcio amistoso o reclamar cláusulas suelo de manera online son algunas de las posibilidades en materia de Derecho que permiten los avances tecnológicos. El sector jurídico ha sido uno de los que más ha tardado en abordar la revolución digital, pero lo ha hecho con la acuñación de un término propio. Se trata […]
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| 28 oct 2019
Mediar un divorcio amistoso o reclamar cláusulas suelo de manera online son algunas de las posibilidades en materia de Derecho que permiten los avances tecnológicos. El sector jurídico ha sido uno de los que más ha tardado en abordar la revolución digital, pero lo ha hecho con la acuñación de un término propio. Se trata del legaltech. Definido como la aplicación de la tecnología a la prestación o comercialización de servicios legales, la cuestión es que este nuevo concepto ha venido para quedarse.
Con la tecnología como piedra angular, legaltech engloba todas aquellas herramientas que permiten al usuario beneficiarse de las ventajas que ofrece Internet aplicadas al ámbito del Derecho.Pero más allá de esta definición, el valor añadido que genera radica en la posibilidad de automatizar tareas repetitivas, mediante el empleo del machine learning o la inteligencia artificial con el objetivo de ofrecer un servicio más ágil y abaratar costes.
Con una trayectoria más dilatada en el mundo académico que en el profesional, el legaltech ha tardado en comenzar a aplicarse en los despachos de abogados. Hay que mirar al otro lado del Atlántico para encontrar el país más avanzado en este sentido: EE UU.
En el caso de España, este fenómeno irrumpió hace un par de años, aunque su verdadero despegue no se produjo hasta hace dos ejercicios con un gran potencial por delante. A junio de 2019, la consultora Legaltechies había contabilizado un total de 142 proyectos especializados en legaltech, con Barcelona como foco principal. En concreto, la ciudad condal acapara el 28,2% del total, seguido de Madrid (26,8%) y Valencia (6,3%).
En cuanto a los nichos de mercado, no se aprecia una especial atomización. La citada firma destaca cinco categorías: marketplaces jurídicos, reclamaciones online, software de gestión para despachos y abogados, plataformas para adquirir o generar contratos online y las destinadas a recopilar y generar evidencias digitales.
Así, aunque con cierto retraso en su implantación con respecto a los países europeos, España ha conseguido alinearse en este sentido. Ocupa el tercer puesto por número de inversiones legaltech, solamente por detrás de Reino Unido y los países nórdicos, tal y como recoge la consultora especializada en este ámbito, legaltechies con datos de Legal Geek. Un escenario en el que destaca Red Points. La compañía, dedicada a la identificación y automatización de las falsificaciones online, acumula rondas de financiación por valor de 47 millones de euros. De esta cantidad, 34 millones fueron captados el pasado mes de abril.
Entre las ventajas que dibuja este nuevo panorama, el hub de conocimiento The Valley destaca, además de un menor coste y una comunicación más simple y directa, una mayor flexibilidad laboral impulsada por avances en materia de cloud computing, así como una mayor eficiencia gracias a los avances experimentados en inteligencia artificial. Un escenario que requiere de profesionales formados en competencias digitales, la puesta en marcha de una nueva regulación enfocada a la protección del usuario y el control del uso de las tecnologías. La digitalización del sector legal no es baladí. Entre los muchos retos que encara se encuentran los ciberataques, la invasión de la privacidad, el incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) o un uso incorrecto del big data.
Precisamente, el próximo mes de noviembre Madrid acogerá el Congreso Europeo de Legaltech 2019, organizado por la Asociación Europea de Tecnología Jurídica (ELTA, por sus siglas en inglés). El evento persigue reunir a expertos reconocidos a nivel mundial en tecnología, innovación y transformación digital aplicada al Derecho con el objetivo de abordar los desafíos a seguir y en el que se compartirán la experiencia de algunos abogados en la puesta en marcha y utilización de estas herramientas digitales.