Endesa cierra el año de la pandemia con un fuerte rendimiento. El grupo ha registrado un beneficio neto atribuido de 1.394 millones de euros, frente a los 171 millones contabilizados en 2019 por deterioro del carbón. Pese a ello, los resultados de 2020 incluyen un deterioro de los activos de generación en los territorios no […]
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| 24 feb 2021
Endesa cierra el año de la pandemia con un fuerte rendimiento. El grupo ha registrado un beneficio neto atribuido de 1.394 millones de euros, frente a los 171 millones contabilizados en 2019 por deterioro del carbón. Pese a ello, los resultados de 2020 incluyen un deterioro de los activos de generación en los territorios no peninsulares por valor de 253 millones.
En esta línea, el beneficio ordinario neto ha alcanzado los 2.132 millones, un 36% más con respecto a 2019. Según precisan desde el grupo, el 100% de esta cantidad se repartirá entre los accionistas, con un dividendo de 2,014 euros por acción. La cantidad supone un 37% con respecto al año anterior. Desde 2021 se emprenderá una nueva senda de progresiva reducción del payout desde el 80% para el presente ejercicio, hasta el 70% anunciado para 2022 y 2023 con el objetivo de “adecuar el relevante incremento de la inversión prevista para los próximos años”. Así, se repartirán 7.900 millones en los próximos tres años. En conjunto, hasta 2030 esta cifra habrá alcanzado los 25.000 millones.
Por su parte, los ingresos han experimentado una reducción del 12,9%, hasta los 17.560 millones, en línea con el resultado bruto de explotación (Ebitda), que cae un 1,5% y se sitúa en los 3.783 millones. Desde Endesa precisan que han asumido 120 millones de su Ebitda como consecuencia de la COVID-19.
“Hemos logrado un sólido comportamiento operativo y financiero en un ejercicio que ha estado lleno de desafíos a todos los niveles derivados del impacto de la pandemia. Mantenemos nuestra senda de descarbonización, digitalización y de impulso a la electrificación sobre la base de unos sólidos resultados que nos van a permitir, además, distribuir un dividendo realmente sobresaliente en la actual coyuntura”, precisa su consejero delegado, José Bogas.
A 31 de diciembre, la deuda neta del grupo ascendía a 6.899 millones de euros, con un ligero incremento del 8,2% con respecto al ejercicio anterior. En todo caso, mejora la previsión inicial. En este sentido, el coste medio de financiación se ha reducido una décima con respecto al año anterior, hasta el 1,7%, “uno de los más competitivos entre las grandes compañías cotizadas españolas”. El nivel de deuda neta sobre el Ebitda sube desde 1,7 a 1,8 veces. En este sentido, el impacto medioambiental también juega un papel “clave” en la gestión financiera de Endesa, que cierra el año con un 45% de deuda bruta de 7.300 millones ligada a criterios de sostenibilidad.
A lo largo del ejercicio, el volumen de operaciones de financiación relacionadas con este tipo de criterios ha ascendido a 5.800 millones. De esta cifra, destaca el primer programa corporativo de pagarés a escala europea (Euro Commercial Paper) ligado a Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por un importe máximo de hasta 4.000 millones de euros, registrado en España y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).