El think tank Europa Ciudadana ha presentado el informe “Faithful investing: la ética cristiana y la inversión de impacto social”. Un informe sobre el auge del faithful investing, la inversión basada en los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia, un fenómeno cada vez más presente en España. José Carlos Cano Montejano, presidente de […]
El think tank Europa Ciudadana ha presentado el informe “Faithful investing: la ética cristiana y la inversión de impacto social”. Un informe sobre el auge del faithful investing, la inversión basada en los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia, un fenómeno cada vez más presente en España.
José Carlos Cano Montejano, presidente de Europa Ciudadana y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, fue el responsable de presentar las conclusiones del documento, en el que se señaló que “el impacto social de las inversiones es una tendencia tanto a nivel internacional como en España de la llamada “inversión ética o socialmente responsable”, que utiliza criterios generalmente limitados al campo medioambiental, por lo que muchos inversores que quieren ser coherentes con su fe no terminan de sentirse representados”. En este sentido, señaló que “los criterios ESG no son suficientes para millones de inversores a los que les preocupa si las empresas en las que invierten son respetuosas con determinadas cuestiones morales. Por ello, hay una interesante oportunidad de negocio en este ámbito”.
Según Europa Ciudadana, las cifras que avalan esta tendencia de crecimiento son contundentes. Según la consultora McKinsey y la Alianza Global por la Inversión Sostenible, la gestión de fondos con base en criterios religiosos se está convirtiendo en un segmento de mercado cada vez más grande. Ambas entidades consideran que esta rama puede llegar a suponer el 40% del mercado de la inversión de impacto social.
Concretamente en España, se estima que la horquilla de oportunidad de negocio a corto plazo es de entre 4.250 y 5.610 millones de euros. A medio y largo plazo oscila entre los 42.500 y los 56.100 millones de euros, un volumen económico solo superado por los activos totales bajo gestión de gigantes financieros como CaixaBank, Santander o BBVA. El presidente de Europa Ciudadana afirma: “Si tenemos en cuenta que la cuarta parte de la riqueza financiera de los españoles está invertida en los mercados, unos 425.000 millones de euros, y que, en clave global, se espera que el 40% de las inversiones de impacto social lleguen a guiarse por algún tipo de filtro religioso, podemos elevar a más 56.000 millones de euros el alcance potencial de este tipo de inversiones en España”.
En Estados Unidos ya se han dado pasos de gigante hacia el establecimiento de marcos de referencia para la inversión católica: En este sentido, la propia Conferencia Episcopal americana ha actualizado recientemente su propia guía para orientar las inversiones. Según Europa Ciudadana, España debería seguir sus pasos, puesto que el desarrollo de este tipo de compromiso “puede contribuir a generar un contexto más rico para la inversión ética de impacto social”. Además, en clave económica, la cantidad no es despreciable, pues un salto adelante en esta materia elevaría las cifras de forma sustancial. En España, según se refleja en el informe, solo se conoce el ejemplo de Altum, una empresa que aplica este tipo de criterios en sus recomendaciones de inversión.