Aunque al hablar de inversión sostenible muchas veces pensamos en los criterios medioambientales, lo cierto es que los sociales o los de gobernanza también tienen una importancia notable. De hecho, los aspectos de gobernanza son igual o incluso más importantes que los ambientales o sociales cuando hablamos de los criterios ASG. Así lo han señalado […]
Aunque al hablar de inversión sostenible muchas veces pensamos en los criterios medioambientales, lo cierto es que los sociales o los de gobernanza también tienen una importancia notable.
De hecho, los aspectos de gobernanza son igual o incluso más importantes que los ambientales o sociales cuando hablamos de los criterios ASG. Así lo han señalado los ponentes que han participado en el Encuentro ISR ‘La Gobernanza en las Finanzas Sostenibles’ y que ha organizado Spainsif, el Foro Español de Inversión Sostenible y Responsable.
Y es que una de las conclusiones que ha recogido el estudio ‘La Gobernanza en las Finanzas Sostenibles’, elaborado Spainsif y gracias a la financiación de la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social, es que Si no se cumplen los criterios de gobernanza, aunque se cumplan los ambientales y sociales, no estamos ante una opción financiera sostenible.
“Se debe aplicar el enfoque de la doble materialidad a la gobernanza, que si bien ha sido considerada siempre por los analistas como un factor susceptible de ser considerado material desde el enfoque financiero, ahora debe considerarse también el impacto producido por una reputación negativa ante unas retribuciones escandalosas o un tratamiento indigno de los empleados”, ha concretado Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, para después subrayar: “No podemos hablar de inversión sostenible sin que la gobernanza tenga el mismo peso que los objetivos fijados en materia ambiental o social”.
Por su parte, Verónica Sanz, responsable de Análisis y Estudios en Spainsif, ha presentado durante el Encuentro ISR la forma en que se aborda la dimensión de la gobernanza dentro de las finanzas sostenibles que, al igual que las cuestiones ambientales o sociales, se tiene en cuenta en las estrategias para seleccionar activos que cumplan con una serie de requisitos del universo de inversión.
Además, la experta ha explicado las particularidades de los aspectos de buen gobierno, asociados a la propia cultura de la empresa, con respecto a los de medio ambiente, basados en ciencia, o los sociales, relacionados con acuerdos internacionales: “La gobernanza dentro de las entidades es un elemento clave para la consecución de los objetivos ambientales y sociales”.
“Los aspectos de gobernanza pueden encontrarse en todas las estrategias de inversión sostenible, desde las exclusiones hasta el activismo accionarial a través del ‘engagement’ y ‘voting’. Adicionalmente, la gobernanza y la reputación empresarial son abordadas en las finanzas como parte sustancial del riesgo de inversión, por lo que deben ser consideradas como tal”, ha destacado Sanz. Tomando como referencia el último estudio sobre ‘La inversión Sostenible y Responsable en España’ de Spainsif, el 36% de los encuestados declara excluir empresas de sus carteras de inversión por temas de incumplimiento de Derechos Humanos, el 29% por cuestiones laborales y el 31% por aspectos de corrupción y soborno dentro de las organizaciones.
El estudio ‘La Gobernanza en las Finanzas Sostenibles’ recoge por su parte seis tendencias en materia de gobernanza que no podemos ignorar a la hora de hablar de inversión ASG.
La siguiente es impulsar el engagement y voting como formas de participación del accionariado sobre las actuaciones de las empresas para promover y ayudar a implantar medidas de buen gobierno dentro de las organizaciones.
Como tercera es que los inversores y clientes demandan cada vez más información sobre cómo las entidades generan sus beneficios económicos, lo que seguirá impulsando el desarrollo normativo en materia de gobernanza y transparencia.
La gobernanza, que debe ser el eje sobre el que la empresa se vertebre y convertirse en una herramienta facilitadora para el alcance de los objetivos ambientales y sociales, sería la quinta tendencia.
La última, aunque no por eso menos importante, es que se ampliará la necesidad de seguir monitorizando la gobernanza en las finanzas sostenibles dada su relevancia y trascendencia durante los próximos años.
Las juntas de las cotizadas tienen ahora más en cuenta los planes de acción climática
Se duplica el número de inversores españoles que invierten con criterios ESG
Los inversores millennials demandan mayor asesoramiento financiero en el último año
“Nos encontramos en el peor escenario posible para el inversor”