Crowdfunding inmobiliario: abriendo puertas a nuevos propietarios

El acceso a la vivienda en España representa un desafío, especialmente para las nuevas generaciones. Tal y como muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023, tan solo el 29% de los jóvenes de entre 16 y 29 años era propietario de una vivienda. Las razones que explican esta situación se concentran en tres ideas: las dificultades económicas, las barreras de entrada en términos de ahorro inicial y las crecientes tasas de interés.

En este escenario, el crowdfunding inmobiliario se erige como una nueva tendencia que facilita el acceso al mercado inmobiliario. Es decir, democratiza el acceso antes reservado a grandes fondos o inversores con altos patrimonios y abre la puerta a que inversores con diferente poder adquisitivo puedan optar por esta vía de inversión, principalmente los más jóvenes ya que es posible invertir en proyectos inmobiliarios desde pequeñas sumas de dinero.

La inversión inmobiliaria canalizada a través del crowdfunding inmobiliario se lleva a cabo, principalmente, a través de startups proptech que hacen de intermediarias entre el promotor de un proyecto inmobiliario que busca financiación y pequeños inversores que quieren participar en el sector. Con relación a los inversores, algunas de las ventajas más importantes que encuentran en el crowdfunding inmobiliario son que no es necesario contar con un gran capital para empezar a invertir y la democratización del acceso a las inversiones, antes limitadas a los actores tradicionales. Mientras que, para las inmobiliarias y constructoras, el principal beneficio que encuentran es el mayor acceso a fuentes de financiación.

Mientras que, en el lado opuesto de la balanza, desde BBVA sostienen que es importante tener en cuenta que, como toda inversión, tiene un riesgo asociado; las garantías y los seguros pueden ser limitados; y, asimismo, “es una actividad reciente con una regulación nueva, lo que genera incertidumbre”.

Según datos de Statista, facilitados por BBVA, en el año 2023 se destinaron en Europa un total de 934 millones de dólares a proyectos inmobiliarios a través del crowdfunding y, desde la consultora inmobiliaria Facts Factors, estiman que para el año 2028 esta nueva tendencia se situará en 1.071.500 millones de dólares.

Además, desde la plataforma paneuropea Walliance también apuntan que el crowdfunding inmobiliario beneficia a los jóvenes inversores en la medida en que permite “diversificar el capital en proyectos atractivos sin comprometer grandes sumas de dinero” y “presenta un perfil de riesgo ajustado, ya que permite diversificar el capital y participar en proyectos seleccionados, donde el retorno es proporcional al riesgo y al tamaño de la inversión”. Dos ventajas que se incorporan a la posible diversificación geográfica. Es decir, esta modalidad elimina las barreras geográficas, una característica “especialmente atractiva”, apuntan “en un entorno económico globalizado, donde el mercado inmobiliario de una región puede comportarse de manera muy diferente al de otra”.