El fondo Nordea 1 – Global Gender Diversity Fund (“el Fondo”), cumple tres años ofreciendo una solución comprometida a ofrecer resultados sólidos invirtiendo en empresas con un fuerte enfoque en el equilibrio de género. El Fondo, una solución de renta variable global, calificado como un producto del Artículo 9 bajo las regulaciones SFDR, cumple con […]
El fondo Nordea 1 – Global Gender Diversity Fund (“el Fondo”), cumple tres años ofreciendo una solución comprometida a ofrecer resultados sólidos invirtiendo en empresas con un fuerte enfoque en el equilibrio de género. El Fondo, una solución de renta variable global, calificado como un producto del Artículo 9 bajo las regulaciones SFDR, cumple con los nuevos requisitos de sostenibilidad de MiFID. El mismo está gestionado por dos gestoras de carteras, Julie Bech y Audhild Asheim Aabø.
La diversidad de género es un tema importante relacionado con la sostenibilidad que está siendo acelerado por el compromiso de las Naciones Unidas con un mundo más pacífico y próspero, como lo demuestra el objetivo 5 de Desarrollo Sostenible de la ONU : “lograr la igualdad de género y potenciar a todas las mujeres y niñas”. Con su tema central alineado con este objetivo, el Fondo invierte en empresas que están tomando medidas para apoyar la diversidad de género. Además, el Fondo incorpora una serie de criterios ESG, como la exclusión de empresas que están involucradas en violaciones del derecho internacional y normas sobre protección ambiental, derechos humanos y normas laborales.
“Privilegiamos a las empresas que incluyen una representación justa de género en la administración superior, la administración ejecutiva y a nivel de la junta directiva. Creemos que la diversidad de género impulsa la rentabilidad de una empresa, por lo que las empresas que la promueven deben ser recompensadas. Si bien se trata de una cuestión social, también está correlacionada con el éxito empresarial”, comenta Julie Bech, co-gestora de cartera del Nordea 1 – Global Diversity Fund.
El argumento empresarial para la diversidad de género está bien documentado, por ejemplo, el estudio global de McKinsey & Company de 2020 de más de 1.000 empresas en 15 países encontró que las organizaciones del cuartil superior de diversidad de género tenían más probabilidades de obtener resultados superiores de rentabilidad— 25% más probable para equipos ejecutivos con diversidad de género y 28% más probable para juntas directivas con diversidad de género. En el otro extremo del espectro, las empresas en el cuartil inferior para la diversidad de género y étnica/cultural tenían un 27% menos de probabilidades de experimentar una rentabilidad por encima de la media de la industria. Los investigadores midieron la rentabilidad utilizando márgenes medios de EBIT.