Los fondos y ETF temáticos están de moda, pero deben utilizarse con cautela. Al igual que los fondos sectoriales, los fondos temáticos presentan algunas ventajas, pero también varios inconvenientes. El avance de la gestión temática (y especialmente de la gestión pasiva) en los últimos años es innegable y tiende a diversificarse cada vez más: además […]
Los fondos y ETF temáticos están de moda, pero deben utilizarse con cautela. Al igual que los fondos sectoriales, los fondos temáticos presentan algunas ventajas, pero también varios inconvenientes. El avance de la gestión temática (y especialmente de la gestión pasiva) en los últimos años es innegable y tiende a diversificarse cada vez más: además de cubrir una gama cada vez más amplia de clases de activos, las gestoras y proveedores de productos están abordando los fondos temáticos un poco como lo que hacen las gestoras con los fondos sectoriales, que a veces pueden abordar temas como el medio ambiente, el envejecimiento demográfico o la innovación tecnológica.
A nivel mundial este segmento del mercado rozó los 200.000 millones de dólares en activos bajo gestión, con una oferta cada vez más variada.
Antes de seleccionar este tipo de fondo o ETF, es importante entender cuáles son los factores subyacentes de la rentabilidad y del riesgo, y qué similitudes tienen estos productos con las ofertas más baratas que hay en el mercado (los ETFS temáticos son ciertamente baratos comparados con los fondos de gestión activos, pero siguen siendo bastante más caros que los ETFs referenciados a los grandes índices). Si estos factores no son obvios o no están suficientemente claros, los inversores deben considerar si es apropiado centrarse en este tipo de estrategia.
Algunos fondos temáticos suelen tener un sesgo factorial. Por ejemplo, los productos relacionados con el tema de la tecnología suelen tener valores de “crecimiento” o de “momentum”. Estos factores pueden tener un cierto fervor, pero pueden desaparecer rápidamente.
Esto es una fuente de volatilidad que los inversores deben conocer y entender, ya que puede dar lugar a largos períodos de mejor o de peor comportamiento relativo frente al mercado. Hay que evaluar la rentabilidad de estos fondos, en particular con respecto a índices amplios o sectoriales, pero es más apropiado considerar grupos similares de fondos.
A nivel de resultados hay que decir que las probabilidades, en principio, no benefician a los inversores que apuesten por este tipo de producto, aunque las posibles ganancias son grandes. Esto se debe a que los inversores en fondos temáticos están haciendo, en realidad, una triple apuesta. Están apostando a que elegirán un tema ganador, a seleccionar un fondo que esté bien situado para aprovechar ese tema, y esperar que las valoraciones no sean demasiado exigentes (habitualmente los inversores suelen apostar por temáticas “calientes”).
Además, este tipo de estrategia está más en consonancia con un enfoque marginal dentro de una cartera. Por último, cabe recordar que la mortalidad de estos fondos puede ser elevada. Las gestoras a veces tratan de captar las tendencias en los mercados o en la economía y en diferentes sectores de actividad, pero la persistencia y sostenibilidad de estas tendencias no siempre está segura.