Cuando contratamos un fondo de inversión, no solo hay que fijarse en la rentabilidad histórica, la volatilidad, los sectores en los que invierte, sus mayores posiciones, etc. También es muy importante, casi fundamental, tomar nota de las comisiones. Ya que, si la rentabilidad anualizada es del 3%, pero las comisiones totales son del 1,5%, la […]
Cuando contratamos un fondo de inversión, no solo hay que fijarse en la rentabilidad histórica, la volatilidad, los sectores en los que invierte, sus mayores posiciones, etc. También es muy importante, casi fundamental, tomar nota de las comisiones. Ya que, si la rentabilidad anualizada es del 3%, pero las comisiones totales son del 1,5%, la rentabilidad real será del 1,5%.
¿Cuáles son las principales comisiones?
Principalmente hay dos tipos de comisiones: comisiones de gestión y depósito y comisiones de suscripción y reembolso. Las primeras, tal y como lo define la CNMV, son: “las que cobran la gestora y el depositario, respectivamente. Estas comisiones son implícitas, es decir, ya están deducidas del valor liquidativo del fondo, puesto que se cargan directamente al fondo de inversión”. Mientras que las segundas pueden ser a favor de la gestora o del propio. Son explícitas, es decir, se cargan al partícipe en el momento en que se realiza la suscripción o el reembolso, como un porcentaje del importe suscrito o reembolsado y deduciéndose de este.
Sin embargo, esto no quiere decir que estas dos sean las dos únicas comisiones a pagar. Algunas gestoras también cobran comisiones por cambiar la inversión dentro de un compartimento a otro en el mismo fondo.
En este mismo sentido, también hay que tener en cuenta otros gastos corrientes que influyen de manera directa en la rentabilidad real. Uno de esos gastos a tener en cuenta es el de los gastos totales soportados por el fondo, también conocido como TER. Estos gastos incluyen las comisiones de gestión y depositario, los servicios exteriores y otros gastos.
“Conviene tener en cuenta que un fondo de inversión puede aplicar distintas comisiones a las distintas clases de participaciones que emita, diferenciándose por criterios como las políticas de comercialización, el volumen de inversión, la divisa de denominación u otros parámetros”, advierte la CNMV.
Coste
La comisión de suscripción se descuenta en el mismo momento en el que se compra el fondo y puede ser de un máximo del 5% sobre el valor liquidativo. La comisión de reembolso se abona al vender las participaciones del fondo y el tipo máximo permitido también es del 5%. Mientras que la comisión de gestión se descuenta de manera diaria y puede ser de hasta el 2,25% si es sobre patrimonio, del 18% si es sobre rendimiento. Mientras que en los que casos que se utilicen ambas, serán del 1,35% del patrimonio y el 9% de los resultados.
¿Cómo mirarlo?
Lo mejor siempre es acudir al folleto del fondo, que se puede encontrar en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En este papel informativo, los fondos tienen la obligación de informar de todas las comisiones y gastos que deberá afrontar el inversor. Por tanto, es fundamental prestar especial detalle en esto.