El golpe que el coronavirus ha asestado al mercado ha sido muy duro y todavía no se ha digerido, ni superado. Bert Flossbach, cofundador de la gestora alemana Flossbach von Storch, cree que la recuperación no llegará a finales de este año y que tendrá forma de ‘U’. ¿Cómo valoráis la situación económica de Europa […]
El golpe que el coronavirus ha asestado al mercado ha sido muy duro y todavía no se ha digerido, ni superado. Bert Flossbach, cofundador de la gestora alemana Flossbach von Storch, cree que la recuperación no llegará a finales de este año y que tendrá forma de ‘U’.
¿Cómo valoráis la situación económica de Europa en estos momentos?, ¿habrá recuperación en 2021?
Creo que cualquier persona que a principios de año dijera que unos meses después nos enfrentaríamos a uno de los mayores retos sociales y económicos desde el final de la Segunda Guerra Mundial probablemente se habrían reído de ella. Mientras tanto, estamos convencidos de que estamos al comienzo de una recesión que probablemente sea mucho más drástica que la caída económica resultante de la crisis financiera. Sin embargo, no sabemos exactamente cuándo comenzará la recuperación. Es dudoso que se pueda esperar antes de finales de este año. No esperamos una “V”, sino una “U”.
¿De qué dependerá la recuperación?, ¿serán claves las políticas que apliquen los países o se torna necesario marcar una ruta común europea?
A diferencia de la crisis financiera de 2008/2009, la actual no es sólo una crisis económica, sino sobre todo una crisis médica. Por lo tanto, es de suma importancia disponer de una vacuna lo antes posible. De este modo se eliminaría el temor de las personas a una nueva oleada de infecciones y se crearía una base de confianza que es esencial para una visión optimista del futuro.
¿Serán las políticas aplicadas por los diferentes países también la clave, o será necesario definir un camino común europeo?
Los gobiernos, por un lado, deben proteger la salud de las personas, pero por otro, deben asegurarse de que las medidas adoptadas no causen demasiado daño a la economía. Sin embargo, no podemos evaluar la intensidad con la que los respectivos gobiernos intercambian información sobre sus decisiones. Cuanto más estrechamente trabajen juntos, cuanto más se apoyen mutuamente, mejor será.
¿Cuál es vuestra opinión acerca de los corobanos que han propuesto algunos países como España, Portugal o Italia?
Somos inversores, no políticos, así que preferimos no hacer comentarios sobre temas políticos. Sin embargo, como proeuropeos entusiastas, estamos firmemente convencidos de que la eurozona sólo puede ser fuerte, si todos sus miembros prosperan económicamente; cualquiera que sea el marco final para ello y las medidas que sean necesarias. En cualquier caso, creemos que las medidas de ayuda adoptadas hasta ahora en la zona del euro no son suficientes para amortiguar las consecuencias económicas a largo plazo de la pandemia.
¿Se podrá sacar algo positivo de esta crisis?
Es difícil encontrar algo positivo sobre el Covid-19, dado el gran número de muertos y de medios de vida destruidos. El mundo será ciertamente diferente después del COVID-19. Posiblemente el enfoque estará mucho más en la digitalización. Podría dar a la economía un impulso de crecimiento, porque aumenta la eficiencia, contribuye a la protección del clima y abre nuevas oportunidades para las empresas y las personas.
Para un inversor, ¿cuál es la manera más inteligente de operar en momentos así?
Al igual que las personas, los activos o las carteras tienen un sistema inmunológico que les da resistencia a los choques exógenos. Por lo tanto, la cartera debe diversificarse sabiamente, en diferentes clases de activos, valores, pero también zonas monetarias. Debería tener suficientes activos líquidos para poder aprovechar las oportunidades de manera flexible en cualquier momento. Además, cada valor individual debería tener una atractiva relación calidad-valor. Pensamos que, con una cartera de este tipo, los inversores están bien posicionados. Por otra parte, aquellos que dependen únicamente de los bonos del Estado, de los depósitos y de los productos de ahorro, perderán lenta pero seguramente su poder adquisitivo. Por lo tanto, sería desastroso que los inversores aprovecharan la crisis como una oportunidad para deshacerse de inversiones sustanciales como la renta variable.
¿Qué papel juega el oro en momentos como este?
Vemos el oro como un seguro contra los riesgos del sistema financiero, tanto conocidos como desconocidos para nosotros, especialmente contra las consecuencias a largo plazo de la política monetaria ultra expansiva. Por lo tanto, debería ser parte integral de una cartera ampliamente diversificada, independientemente del estado de la economía mundial.