El sistema de pensiones de España siempre ha estado bajo lupa por su falta de viabilidad. A pesar de ello, el Gobierno se niega a reformarlo debido a la implicación electoral que esto conllevaría, tal y como cuenta la escritora y comunicadora Esmeralda Gómez López. El sistema de pensiones en España está continuamente bajo lupa […]
El sistema de pensiones de España siempre ha estado bajo lupa por su falta de viabilidad. A pesar de ello, el Gobierno se niega a reformarlo debido a la implicación electoral que esto conllevaría, tal y como cuenta la escritora y comunicadora Esmeralda Gómez López.
En España tú no estás pagando impuestos para cobrar tu pensión futura, cotizas para pagar la pensión del que ahora está jubilado, por eso se suele decir que está basado en la confianza porque las personas confían en que en el futuro habrá trabajadores que le paguen su pensión, está basado en un único pilar conocido como “de reparto”, en el que dos trabajadores pagan la pensión de un jubilado, pensión que no es actuarialmente equitativa, pues solo cubre los 12 primeros años de jubilación, a pesar de todos los impuestos pagados a lo largo de la vida. Esto es debido a la ineficiencia del propio sistema, en el que solo se transfiere y en ningún momento se capitaliza nada. El sistema de pensiones de España gasta más de lo que ingresa.
El gasto en pensiones en 2022 supone el 39 % del gasto presupuestado de todo un año y para poder hacer frente a ese gasto, se acude a la deuda y al resto de impuestos de IVA, Sociedades, IRPF e Impuestos Especiales. La solución pasa por algo incómodo que es reformar algo que afecta al 25% de la fuerza votante de este país. País en el que cada vez nacen menos personas y cada vez hay más jubilados, así hasta que en 2050 según estimaciones un trabajador cubra la pensión de un jubilado. Como un ciclo político es de 4 años, es decir, cortoplacista, hasta ahora no se ha afrontado uno de nuestros mayores problemas, sino que se opta por parchear un sistema que hubiera quebrado ya varias veces de no ser político. Se opta por aumentar un 7,7% los impuestos de una sociedad ya tensionada a nivel impositivo, en medio de una crisis que está empobreciendo a la inmensa mayoría de habitantes por el aumento de los precios de los bienes y servicios y se contempla un 8,5% en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ya que se acercan elecciones.
El día de la liberación fiscal de los españoles ha pasado de mediados de Julio a finales de Julio tras la subida de impuestos generalizada, esto significa que a partir de Agosto una persona ya trabaja para ella misma, antes trabajaba para pagar impuestos. Ese es el estado en el que se encuentra realmente.
«Uno de nuestros retos como sociedad es volver a tomar el control en el plano educativo, laboral, económico y de retiro.» #Entrevista Num 390 @DirigentesDg #educacionfinanciera #saludfinanciera pic.twitter.com/Gal5gFUtKR
— Esmeralda Gómez López (@Esmeralda__GL) November 8, 2022
El ahorro privado de las personas se da cuando las condiciones del contexto lo permiten, no siempre, y la educación financiera lo orienta y hace posible. En la actualidad muchas familias no pueden permitirse ahorrar porque tienen que hacer frente al empobrecimiento que han provocado con la impresión masiva de dinero y que hoy deriva en el aumento de precios, los altos niveles de impuestos, la ausencia de educación financiera y la dependencia creada al Estado que ha atrofiado la autodeterminación individual. Por otro lado, la educación financiera debe ser anterior a la inversión, para que sean los propios individuos los que elijan con conocimiento de causa dónde y cómo depositar su patrimonio neto, la inmensa mayoría de personas no sabe que cuando rescate su plan de pensiones privado va a pagar impuestos por la totalidad de lo aportado y no solo por la ganancia en el caso de que la tenga.
Hoy por hoy, España está a la cola en conocimientos de educación financiera de toda la Unión Europea. Una mejor solución sería capitalizar el dinero a lo largo de los años, hacer transparente un sistema hoy opaco, diversificar los pilares incluyendo el pilar de empresa, es decir, que una parte de los impuestos que paga la empresa por el trabajador y que le pertenece al trabajador como parte del salario, sea para su jubilación y esa “mochila” le acompañe a lo largo de su carrera laboral, aunque cambie de empresa, combinado con el ahorro privado, pilar que surge cuando se educa financieramente a la población y las condiciones del contexto son favorables.
Hay dos ejes fundamentales, la ruta marcada por el sistema al que actualmente pertenecemos y los grados de libertad que tienen los individuos para actuar. Respecto al primer eje, las políticas que se tomen con respecto al sistema influyen en el retiro que en un futuro podremos llegar a tener. Un primer paso sería hacer transparente el sistema actual, incluir en todas las nóminas lo que realmente cobramos, que incluye lo que el empleador paga por nosotros en concepto de impuestos. La persona tiene que, primero, poder ahorrar y segundo, decidir ahorrar. El delicado contexto en el que se combinan distintas circunstancias hace imposible la posibilidad de ahorrar en muchas familias, obligando a prescindir de bienes y servicios secundarios para poder hacer frente a los de primera necesidad. En caso de que quepa la posibilidad, hay que transmitir la importancia capital que tiene el ahorro, por qué si no alguien iba a querer demorar un consumo a futuro.
Gracias al ahorro se pueden afrontar imprevistos pero también crecer, la inversión es el siguiente escalón, pues si no se explica que si solo se ahorra y la inflación se mantiene en un 7% durante los próximos 10 años, se habrá perdido poder adquisitivo, concretamente la mitad. En resumen, con transparencia para solucionar los problemas, educación para una elección libre, ahorro para tener una buena salud financiera e inversión para no perder poder adquisitivo con el paso del tiempo.
Realmente los incentivos fiscales en los planes de pensiones consistían en diferir impuestos en el tiempo.
Esta medida tiene una doble lectura, a través de las aportaciones las personas ahorraban una parte de sus ganancias y se depositaban en un producto pensado para el largo plazo. El primer hábito que se debe desarrollar para contar con una buena salud financiera es el ahorro, y el incentivo fiscal promovía dicho ahorro. Salvando esa perspectiva, depositar una parte de los ingresos en un producto de ahorro a largo plazo sin constituir previamente un colchón financiero para imprevistos a corto plazo, o sin el conocimiento exhaustivo del producto en el que se invierte, me parece una decisión poco analizada o contrastada con otras opciones disponibles en el mercado.
Las personas antes de invertir en un producto deben conocerlo en profundidad y llegar a la conclusión de si es o no para ellos. ¿Qué rentabilidades se pueden esperar de los planes de pensiones? ¿Cuándo se puede utilizar el dinero y bajo qué circunstancias? ¿Cuál es la cantidad de impuestos que se pagarán cuando se rescate? ¿Cuál es la mejor estrategia de rescate? Por lo tanto, el espacio creado entre las aportaciones sistemáticas que antes se producían y ese excedente de ahorro que antes se destinaba a ese producto me parece una oportunidad para las familias que les empuja a educarse financieramente y a decidir por ellos mismos sobre su futuro económico, optando a multitud de fórmulas que puedan encajar mejor en su proyecto vital.
Un aspecto clave para tratar cualquier aspecto vital es conocer el punto de partida, casi la mitad de la población reconoce no haber hecho una buena planificación financiera de su retiro. Se trata de pequeños gestos mantenidos toda una vida, nada más y nada menos. Cuidando cada detalle y no dejándose llevar ni por modas, marketing o Estado. En el penúltimo libro que publiqué con Grupo Planeta titulado Tu llave a la libertad financiera comparto toda una serie de consejos que permiten ahorrar con pequeños gestos, también tengo un canal en Youtube donde comparto pequeñas píldoras de salud financiera, hablo de los microgastos, las vacaciones, la inflación, la cesta de la compra, los suministros, el hogar, el teletrabajo, el transporte, las reclamaciones, trucos para monitorizar precios, y un largo etcétera.
Pero no es solo ahorrar, sino también aumentar los ingresos, desde monetizar los pasatiempos, hasta vender lo que no se utiliza en páginas de segunda mano, pensar estratégicamente cómo se puede ir ahorrando minimizando al máximo el pago de impuestos que es la mayor lastra que tienen los mileuristas, como por ejemplo a través del oro y la plata, ya que, en realidad, un mileurista tiene un salario que casi roza los dos mil euros, son los impuestos los que ahogan esa capacidad de ahorro e inversión.
Como suelo decir en mis libros: “Equivócate tú, no dejes que los demás acierten por ti”
Uno de los problemas como sociedad es que hemos delegado nuestras vidas en el Estado, en el plano educativo, laboral, económico y de retiro. Debemos tomar el control de nuevo y liberar al Estado de un trabajo que se le ha quedado grande, minimizando sus funciones e intervenciones, será mejor para todos. Creo en el potencial de cada individuo, pero es necesaria una transición de poderes.
El problema como indico en el comienzo del libro es que cuando el futuro de una geografía está supeditado parcialmente al voto de personas que han visto reducido su poder adquisitivo durante años mediante el cobro desproporcionado de impuestos obligatorios a cambio de una invención frágil, no sostenible, limitada, no garantizada e imperfecta, la libertad de ese entorno está en juego. El 25% de la fuerza votante del país son jubilados, y los políticos no quieren jugarse semejante cantidad de votos enfadando a ese colectivo, aunque eso suponga un gran problema en el largo plazo.
No puedo presuponer lo que pasará en el futuro con las variables de hoy, ya que estaría obviando una parte crucial en la ecuación, la creatividad humana. Es imposible predecir el futuro porque la novedad, lo desconocido, hay que incluirlo, y no se puede. Proyectar los números de hoy con la situación que hoy acontece, desemboca en un triste final, pero tenemos la capacidad de trabajar por nuestro futuro y estoy convencida de que lo vamos a hacer. Cuando la vida nos lo pone difícil, nos reinventamos, cambiamos nuestra escala valorativa y luchamos.
La educación financiera es una pieza clave, por eso he lanzado una campaña de crowdfunding en GoFundMe para conseguir los fondos que necesito para contratar abogados y un equipo de marketing para volver a llevar al Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular de que se estudie en los colegios a edades tempranas.