Los planes de pensiones y los fondos de inversión son dos maneras de invertir a largo plazo que cualquier inversor puede contratar. Ahora bien, hay muchas diferencias que separan a ambos vehículos. Por ejemplo, los planes de pensiones no permiten sacar dinero hasta pasados 10 años, mientras que los fondos de inversión permiten hacerlo en […]
Los planes de pensiones y los fondos de inversión son dos maneras de invertir a largo plazo que cualquier inversor puede contratar. Ahora bien, hay muchas diferencias que separan a ambos vehículos. Por ejemplo, los planes de pensiones no permiten sacar dinero hasta pasados 10 años, mientras que los fondos de inversión permiten hacerlo en cualquier momento.
Sin embargo, una diferencia crucial que el inversor debe conocer se encuentra en la fiscalidad. Ambos tienen algo en común: no se tributa por traspasos entre fondos y planes. Esto supone que si un inversor mueve su dinero de un fondo de inversión a otro no debe tributar nada, aunque haya obtenido ganancias. Lo mismo ocurre con un plan de pensiones. Es decir, si un inversor depositó en cualquiera de estos vehículos de inversión 10.000 euros, de los cuales obtuvo unas ganancias de 2.000 euros y decide cambiar esos 12.000 euros a otro fondo u otro plan no debe tributar nada por ello.
Diferencias
Ahora bien, las diferencias en la fiscalidad son importantes y cualquier inversor debe tomarlas muy en cuenta. La primera diferencia es que las aportaciones a los planes de pensiones, con un máximo de 8.000 euros anuales, desgravan en la declaración de la Renta. Esto es importante teniendo en cuenta que en la legislación española una persona con una renta superior a 60.000 euros tributa con un tipo de 45%, mientras que si tiene una renta inferior a esta cantidad lo hará por el 37%. En la práctica supone que, si el contribuyente cuenta con un plan de pensiones y una renta de 63.000 euros, con asignar 3.500 euros al plan de pensiones se pasaría a tributar por un tipo ocho puntos más bajo. En el caso de los fondos de inversión, las aportaciones no desgravan en la declaración de la Renta.
Otra diferencia fundamental entre ambos se encuentra en que los fondos tributan como rentas del ahorro y los planes lo hacen como rentas del trabajo, al tipo que corresponde según el nivel de ingresos.
Planes de pensiones
Quizá la pregunta más recurrente de los inversores tiene que ver sobre la tributación cuando se retira el dinero de un plan de pensiones. En España rescatar el dinero de un plan tiene varios requisitos y se puede hacer de varias maneras, no existe la flexibilidad que tienen los fondos que se puede retirar en cualquier momento.
Por eso, a la hora de tributar, el rescate de un plan de pensiones lo hará aumentando la base imponible del IRPF. Esto significa que si un jubilado tiene una pensión de 15.000 euros anuales y el rescate del plan le supone 5.000 euros más, tributará por una renta total de 20.000 euros.
Por tanto, las rentas inferiores de 12.450 euros anuales tributarán por el 19%, las que se encuentren entre 12.450 y 20.200 euros lo harán en el 24%, las que no superen los 35.200 tienen un tipo del 30% y las inferiores a 60.000 del 37%. En el caso de tener una renta superior a 60.000 el tipo de IRPF es del 45%.
Fondo de inversión
En el caso de los fondos de inversión, tributan dentro del IRPF figurando como rentas del ahorro. Pero solo se deben declarar cuando el inversor recupera su dinero. Es decir, si se tiene un fondo durante seis años, pero no se ha recuperado dinero, no se tributa. Una vez que se decide recuperar, Hacienda aplica una retención del 19%. Pero no es lo único que se debe pagar. Si la inversión no reporta beneficios superiores a 6.000 euros solo se paga el 19%, si supera la cantidad se aplican otras retenciones en la declaración de la Renta.
Con unos beneficios de entre 6.000 y 50.000 euros la retención es del 21%, mientras que si supera esa cantidad es del 23%. Es decir, en un primer momento se paga el 19% y después se aplica otra nueva retención que puede ser del 2% o del 4%.