Ignacio Astorqui, socio de Afi, valora la vuelta de las rentabilidades a los depósitos, un producto que llevaba años sin ofrecer prácticamente beneficios a los ahorradores. Sin embargo, el experto considera que este vehículo está demasiado utilizado en España y que no consigue salvar la inflación por sí mismo. ¿Qué valoración se puede hacer de […]
Ignacio Astorqui, socio de Afi, valora la vuelta de las rentabilidades a los depósitos, un producto que llevaba años sin ofrecer prácticamente beneficios a los ahorradores. Sin embargo, el experto considera que este vehículo está demasiado utilizado en España y que no consigue salvar la inflación por sí mismo.
El producto nos parece que es útil y que se debe que tener en cuenta a la hora de hacer una planificación financiera. Tiene sus objetivos y su utilidad y, por lo tanto, a los que hacemos planificación, el que vuelva a haber algo de oferta de depósitos nos facilita la creación de carteras porque tenemos un instrumento más. Pero, bueno en España está demasiado utilizado.
Hay dos motivos, que están muy ligados. El primero es la falta de cultura financiera y el segundo es la posición excesivamente conservadora derivada de esta falta de conocimientos. Cuando tienes cultura financiera entiendes mejor los riesgos y los puedes asumir y controlar. Es una combinación de las dos cosas, que en el fondo es lo mismo.
No es la mejor herramienta para combatir la pérdida de poder adquisitivo. Es una herramienta que minimiza la pérdida de poder adquisitivo asumiendo un riesgo muy reducido. En el contexto actual, para tratar de salvar la inflación, igual que ha sido en el pasado, no se puede ser solamente ahorrador, hay que convertirse en inversor. Los depósitos no cubren, ni tampoco van a cubrir la pérdida de poder adquisitivo y quien quiera cubrirla va a tener que tomar decisiones de inversión. Pero, es verdad que a los españoles por lo general les cuesta mucho tomar esa decisión de invertir porque las personas tienden a valorar las rentabilidades en términos nominales cuando se debería valorar en términos reales. En un escenario de inflación, estos depósitos no van a dejar de ser una pérdida de poder adquisitivo.
Yo creo que es importantísimo el asesoramiento financiero de calidad, empezando por las personas que trabajan en las sucursales bancarias. Es probable que muchas veces se caiga en el error de ofrecer productos muy sencillos, como los depósitos, para asegurar la venta porque es lo único que entiende el cliente. Pero, la verdad es que se necesita ir más allá para tratar de explicar al cliente todo esto de lo que estamos hablando, y que así se sienta seguro de poder contratar otros productos que, a largo plazo, le beneficien más.
El riesgo debe ir muy ligado al horizonte temporal de la inversión. A menor horizonte temporal, menor riesgo se puede asumir. Entonces, los depósitos deben ser esa parte de la cartera que, en lugar de mantenerse en la cuenta corriente, se pasa a los depósitos. Solamente sería para el dinero que se pueda necesitar en el corto plazo.
Esos son los dos motivos principales, las grandes entidades españolas cuentan actualmente con un exceso de liquidez y, además, consiguen un mayor margen de beneficio a través de los fondos de inversión y de los planes de pensiones. Se puede decir que no tienen necesidad de ofrecer este producto. Mientras otras entidades no estén captando depósitos, van a seguir en el actual escenario. Pero, esto no es algo malo, porque esto está haciendo que muchas personas estén valorando otros activos y les sea más beneficioso a largo plazo. La coyuntura económica de los tipos cero ha forzado que muchos ahorradores tengan que valorar otros productos como los fondos y ahora ya lo tienen en cuenta para su planificación.
Es muy importante aclarar que no todas las entidades financieras tienen la capacidad de captar depósitos, solo las que tengan la licencia bancaria. Y, a su vez, todas aquellas que están en esta situación están adscritas al Fondo de Garantía de Depósitos. Esto quiere decir que los depósitos están soportados por un fondo detrás que garantiza hasta un importe determinado, de 100.000 euros, para recuperar el dinero en caso de que haya algún problema. Independientemente de que sean Fintech, neobancos o entidades internacionales, si lo que están contratando es un depósito adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos deben estar tranquilos.